Lavarse los dientes no es solo una cuestión de higiene, sino también de salud. Para que nuestro organismo se encuentre fuerte y sano, necesita de una salud bucodental óptima, pues en su deficiencia pueden aparecer enfermedades como la periodontitis, que afecta los tejidos y huesos que sostienen los dientes. A medida que esta enfermedad progresa, puede provocar una pérdida irreversible de ambos, así como la pérdida de dientes si no se trata a tiempo. De hecho, está asociada con un mayor riesgo de otras afecciones de salud, como las enfermedades respiratorias, cardiovasculares, el nacimiento prematuro y problemas de diabetes.
La periodontitis suele comenzar como una gingivitis, una inflamación de las encías que, si no se trata, evoluciona a periodontitis. Los síntomas de esta enfermedad pueden variar según la etapa, y muchas veces se desarrollan de forma silenciosa, sin dolor. Algunos de los síntomas más comunes de la periodontitis incluyen encías enrojecidas, inflamadas y sensibles, o incluso retraídas, que hacen que los dientes parezcan más largos. Durante el cepillado de dientes, las encías pueden sangrar fácilmente.
Otro de los síntomas claros de periodontitis es un mal aliento persistente debido a la acumulación de bacterias en las encías y los espacios entre los dientes. Estos pueden volverse más flojos y débiles en los casos graves de periodontitis, causando que la persona sienta dolor al masticar ciertos alimentos.
Causas de la periodontitis
La causa principal de la periodontitis es la acumulación de placa bacteriana en los dientes y encías, que es una película pegajosa de bacterias que se forma constantemente en los dientes y encías. Si no se elimina mediante el cepillado diario y el uso de hilo dental, la placa se endurece y se convierte en sarro, que es más difícil de eliminar y requiere una limpieza profesional.
Las principales causas y factores de riesgo de la periodontitis son una mala higiene bucal, ciertas enfermedades sistémicas (como la diabetes, la obesidad y el VIH), el tabaquismo o el estrés.
Tratamiento de la periodontitis
El tratamiento de la periodontitis depende de la gravedad de la enfermedad y su progreso. La Clínica Mayo recomienda varios enfoques para detener la enfermedad y evitar daños mayores:
- Limpieza profunda (raspado y alisado radicular): este procedimiento, realizado por un dentista o higienista dental, consiste en eliminar el sarro y la placa acumulada en las raíces de los dientes y en las bolsas periodontales. La limpieza profunda ayuda a reducir la inflamación y permite que las encías se adhieran de nuevo a los dientes.
- Antibióticos: en casos de infección más grave, el dentista puede recetar antibióticos en forma de geles, enjuagues o pastillas para combatir las bacterias y reducir las bolsas periodontales.
- Cirugía de colgajo: en casos avanzados, es posible que el dentista necesite realizar una cirugía de colgajo. Durante este procedimiento, se levantan las encías para eliminar el sarro y el tejido inflamado. Luego se vuelven a unir, creando un ajuste más firme alrededor de los dientes.
- Injerto de tejido: cuando hay una pérdida significativa de encía o hueso, el dentista puede recomendar un injerto de tejido o hueso para restaurar el soporte de los dientes y mejorar la salud de las encías.
- Terapias de mantenimiento: una vez tratada, la periodontitis requiere un seguimiento regular con limpiezas periódicas cada tres o seis meses para evitar que la enfermedad regrese.