En el mundo en el que vivimos hoy en día, parece que estamos al acecho de la crítica. Buscando siempre el mínimo fallo que pueda tener el de al lado para poder recriminárselo o exponerlo con una falta de empatía total. Es algo que ocurre últimamente con las reseñas. Los camareros ya no sólo tienen que lidiar con jornadas interminables, bajos salarios, impagos de horas extra o condiciones laborales pésimas que hacen mella en su salud mental, ahora también se tienen que enfrentar a que los clientes publiquen comentarios nada justos sobre su trato.
Jesús Soriano, conocido en redes como Soy Camarero, lleva siete años siendo la cara visible de la lucha del sector hostelero. A través de sus perfiles de TikTok, Instagram y X, donde acumula miles de seguidores, comparte las experiencias y las reivindicaciones de sus compañeros de profesión. Las ofertas de trabajo que parecen sacadas de una cámara oculta, los malos tratos por parte de empleadores y las malas condiciones laborales suelen ser las grandes protagonistas de estas historias.
“Hay una camarera joven demasiado borde”
En esta ocasión, el vídeo que ha compartido Soy Camarero en su cuenta de TikTok se centra en la reseña que un cliente deja sobre un bar. En ella apunta que su experiencia en el local fue óptima, pero que la estancia hubiera mejorado si la actitud del personal hubiera sido otra. “¡El ambiente está genial! Hay música en directo y súper divertido”, arranca. Después añade su queja: “Pero, lamentablemente, hay una camarera joven que es demasiado borde”. A su parecer daba unas contestaciones “que tela”. Concluye detallando que estuvieron toda la tarde y que “gastaron bastante”. Sin embargo, se pensarán si regresan o no por el trato, que califica como “una pena”.
“¿Sois el grupo que se fueron sin pagar?”
El local no tardó en responder al comentario a su cliente. “Hola, Sergio. Ayer tuvimos dos grupos que estuvieron toda la tarde, como dices”, empieza el propietario del establecimiento. No obstante, empieza a dar ciertos detalles que al consumidor se le debieron olvidar cuando comenzó a redactar su reseña.
”Dime, ¿sois el grupo que vomitaron el baño y que no avisaron para poder limpiar?. ¿Que también insistían a la camarera joven que les pinchara música a vuestro gusto y que después de que lo hiciera no paraban de insistir como si fuera vuestra DJ personal y que al final de la noche os invitamos a una ronda de chupitos?, espeta. Una actitud que seguro que a ellos en ese momento les resultaba de lo más divertida, pero que lo más probable es que incomodara al personal del establecimiento.
“¿O sois el grupo que se fueron sin pagar?”, continúa. En un tono, evidentemente irónico, le ruega que si puede, le diga, y hablan por privado, para poder compensarle por esa “mala experiencia” que tuvo.
“Vaya tela la gente”
Seguro que más de un usuario se ha sentido identificado con esa actitud que describe el dueño del local. Una conducta que molesta a cualquier cliente que también haya acudido al bar a tomar algo. Por ello, la publicación no ha tardado en recibir comentarios. “Esos clientuchos que se creen semidioses”, “Que no vayan, igual hacen un favor a la camarera y el personal” o “Vaya tela la gente”, son algunos de los que podemos leer.