Cómo saber si un perro tiene fiebre: señales, síntomas y remedios

En los casos más graves será necesario llevar a la mascota al veterinario

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Imagen de archivo de un perro en el veterinario (Pexels)
Imagen de archivo de un perro en el veterinario (Pexels)

Al igual que nos sucede a los humanos, las mascotas también pueden llegar a tener fiebre, algo que les ocurre, normalmente, como consecuencia de enfermedades más graves, por ello es necesario detectarla a tiempo. Si notamos que nuestro perro está más quieto de lo normal y con un aspecto algo alicaído, lo más probable es que tenga unas décimas. La temperatura corporal de estos animales es diferente a la de las personas, la media se sitúa entre los 38 y los 39 °C. Aunque este termómetro varía en los cachorros, las hembras a punto de parir y los mayores.

Cómo saber si un perro tiene fiebre

Se considera que un perro tiene fiebre cuando su temperatura corporal supera los 39 °C. Los valores habituales de febrícula se sitúan entre los 39 y los 41 grados. En el caso de que el animal los supere, será necesario acudir de forma urgente al veterinario para adivinar cuáles son las posibles causas. No obstante, también es preciso mencionar que los valores pueden cambiar en función de las circunstancias y características de cada mascota. Ya no sólo en lo que respecta a la edad, sino también en función de la raza o sus propias particularidades físicas, tal y como señala el portal web de Kiwoko.

Lo mejor para detectar si tiene unas décimas de más, es colocarle en la zona recta un termómetro digital (en el mercado ya existen aparatos específicos para perros, que son más flexibles que los usuales). Si el resultado de la medición se sitúa entre los 39,4 y los 40,6 grados, la fiebre es moderada. Por encima de estos valores, estaríamos ante cuadro de fiebre alta. Si supera los 41,5 grados se trataría de un episodio grave y habría que acudir con urgencia al veterinario.

Qué pasa si no tengo termómetro

En el caso de que no contemos con un termómetro, podremos medirle la temperatura al animal de otra manera. Lo primero, será tocarle la zona de las orejas, el vientre o las ingles. Si se encuentran muy calientes o, al menos, más de lo normal, es probable que nuestra mascota tenga fiebre. La nariz también es un indicador de la buena - o mala - salud del perro: si la tiene muy seca o muy caliente, tendrá febrícula.

Síntomas

Un perro durmiendo. (Pexels)
Un perro durmiendo. (Pexels)

Las causas de esas décimas de más son muchas, ya que, se trata de un mecanismo que el organismo pone en marcha para protegerse. El cuerpo aumenta su temperatura como medida eficaz para protegerse de un patógeno. También se puede deber por un fallo del propio organismo Entre las causas más comunes destacan:

  • Una infección: bacteriana o vírica
  • Un golpe de calor
  • Reacción a una vacuna
  • Ingestión de algún producto tóxico, incluidas algunas plantas

A pesar de que la fiebre indica que hay algo que no está funcionando correctamente, son muchos los perros que, a pesar de tenerla, no presentan ningún síntoma. Otros, en cambio, pueden mostrar temblores intensos y vomitar. Los indicadores más comunes son:

  • Nariz seca y muy caliente
  • Falta de apetito
  • Actitud decaída, apática y con más sueño de lo normal
  • Malestar general
  • Secreción nasal
  • Diarrea

Cómo bajar la fiebre

Si vemos que nuestro amigo tiene fiebre, es necesario acudir al veterinario para averiguar el origen de esos grados de más y poder estabilizar la temperatura del animal cuanto antes. En el caso de que en ese momento no podamos acudir a ningún especialista, es importante no medicar a la mascota por nuestra cuenta. Uno de los remedios caseros que se puede realizar de manera segura es humedecer una toalla y mantener al perro envuelto en ella. Es vital que el abdomen y las almohadillas de sus patas estén mojadas.

Seguro de perro obligatorio

Tener un perro no solo implica ser consciente de las responsabilidades y cuidados que conlleva, va más allá de paseos, juegos y visitas al veterinario. Hay otras cuestiones que se deben tener en cuenta como la contratación de un seguro. La Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, convierte obligatorio “contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros” independientemente de la raza del perro. Sin embargo, la falta de desarrollo del reglamento necesario ha dejado esta obligación en suspenso.

No obstante, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha señalado que aunque la obligatoriedad del seguro están en suspenso, sí que es recomendable que los dueños de los perros contraten un seguro de responsabilidad civil (en la Comunidad de Madrid y en Euskadi ya se les exigía a los propietarios de mascotas que suscribieran un seguro que cubra la responsabilidad civil). Entre otras cosas, para: cubrir los daños que los perros puedan hacer a terceros, ya sean personas, otros animales o bienes materiales. Uno de sus beneficios más destacados es el ahorro que supone en veterinarios.

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