Sífilis, gonorrea... Las infecciones de transmisión sexual se disparan entre los jóvenes en España: “No quieres cortar el rollo, da pudor preguntar”

El último informe del Instituto de Salud Carlos III revela un aumento en estas enfermedades, por lo que ‘Infobae España’ ha salido a la calle para preguntar a los ciudadanos sobre un tema que sigue siendo tabú

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Las Infecciones de Transmisión sexual (ITS) siguen aumentando en los últimos años, sobre todo, entre jóvenes.

Histórica y culturalmente, el sexo ha sido un tabú al concebirse como algo prohibido y sagrado. Esto parece haber cambiado en la era de las nuevas tecnologías y las redes sociales, en la que este tipo de temas rompen las barreras que les separaban de buena parte de la población. Pero lo cierto es que, ya sea por la falta de información, por la pérdida del temor a contagiarse o por la confianza en los avanzados tratamientos que hay en la actualidad, las infecciones de transmisión sexual (ITS) siguen disparadas en España. Así lo demuestra el último informe de Vigilancia Epidemiológica de las ITS, elaborado por el Instituto de Salud Carlos III. Entre 2021 y 2023, la gonorrea aumentó un 42,6% y la sífilis un 24,1%. Por ello, ¿es suficiente la educación sexual que se da en las escuelas? ¿Por qué muchos jóvenes siguen sin utilizar protección al mantener relaciones? Infobae España ha salido a la calle para preguntarlo.

“Pasa como con el covid, cada vez se habla menos de ello y, al final, te acabas olvidando de que existe”. Así de contundentes se muestran Andrea (25 años) y Rosa (24 años) sobre un problema que sigue sacudiendo el país. La mayoría de los encuestados coinciden al señalar cuál creen que es el motivo que explica el aumento de los casos de ITS en España: la falta de educación sexual en las escuelas. “Muchos jóvenes no utilizan protección porque han perdido el miedo a contagiarse, no lo ven como algo peligroso o que les pueda pasar a ellos”, asegura Fran (27 años). Otros, como Mariano y Begoña (72 años), lo asocian a la “falta de cuidado por ambas partes”, aunque les sorprende que “la gente no esté más informada de lo que ocurre”.

Tras un pequeño descenso en 2020, estas infecciones siguen una tendencia creciente, algo que contrasta con el VIH, que continúa reduciéndose en los últimos años, aunque esta enfermedad queda fuera del informe. Sin embargo, lo que no varía es que las ITS afectan en su mayoría a hombres adultos jóvenes, en especial con edades comprendidas entre los 20 y los 34 años. Por ejemplo, la clamidia se da, sobre todo, en menores de 25 años.

La educación sexual en las escuelas, ¿es insuficiente?

Las infecciones de transmisión sexual se disparan entre los jóvenes en España.
Las infecciones de transmisión sexual se disparan entre los jóvenes en España.

“Si lo comparas con hace 20 años, ha mejorado muchísimo, pero sigue siendo horrible, no hay nada, te enseñan a usar un preservativo, pero no hay información real y la que hay está muy centrada en el mundo heterosexual”, critica Rosa. En el caso de España, la situación no parece estar mucho mejor que en Reino Unido, donde el Gobierno conservador ha prohibido la educación sexual en los colegios a menores de nueve años.

Una amplia mayoría de los encuestados coincide al señalar que la educación sexual es todavía escasa en las escuelas, a pesar de que hace más de 17 años que la legislación española contempla que todos los estudiantes deben recibir clases de la materia. Esto es vital para Eva (54 años), quien sostiene que “hay menos concienciación, la gente pasa de estas infecciones y se habla poco del tema, mientras que en mi época esto daba muchísimo miedo y ahora se ha normalizado”.

Esta cuestión sigue siendo irregular en las aulas debido, en gran medida, a la controversia social que genera y que dificulta su avance. Partidos como Vox, por ejemplo, abogan por suprimir este tipo de educación. Para Mariano y Begoña, debería haber mucha más educación sexual en las escuelas y, sobre todo, “que se lo crean los adolescentes para ser más conscientes del peligro porque, en un momento dado, se olvidan de todo”.

“¿Cuántos padres le explican a sus hijos a una edad temprana qué es tu cuerpo y qué le pasa o le deja de pasar? Muy pocos”, reflexiona Andrea. De ahí la opinión de Eva: “La educación empieza en casa: si tú no orientas a tus hijos, mal vamos. Y si en los colegios tampoco les dicen qué tienen que hacer, vamos mucho peor”. Al hilo de esto, Begoña resalta la importancia de informar sobre este asunto en el hogar: “Hay que limar el pulso con los adolescentes para poder ayudarles en esta etapa y que tengan una vida sexual mejor y sean más conscientes de los peligros”.

El peligro de la pornografía como única fuente de información sexual

El porno es una de las principales fuentes de desinformación de los jóvenes. (Imagen Ilustrativa Infobae)
El porno es una de las principales fuentes de desinformación de los jóvenes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Que la educación sexual se estanque tiene consecuencias. Una de las principales es el incremento de la violencia machista o del consumo de pornografía entre los jóvenes. Esta última es una de las principales fuentes de desinformación de los jóvenes. “Cada vez aumenta más su consumo, ya que es el referente que tienen para hacerse una idea de lo que es el sexo”, lamenta Fran. Y es que el porno se ha convertido en una potente fuente de desinformación sexual. “Hay que familiarizarse con el sexo y las ITS para que no sea un tema tabú, del que cueste hablar”, destaca Begoña.

“El haberle perdido el miedo viene, en parte, porque no hay educación sexual. En mi familia, por suerte, siempre han sido muy cabezones con que hay que utilizar preservativo”, mantiene Andrés (27 años). De ahí que tenga claro que este debe dejar de ser un tema tabú, para que pueda “hablarse con las familias o en las escuelas, y así la gente no vea más atractivo el porno y se deje comer la cabeza por eso”.

“La gente empieza a tener relaciones sexuales cada vez más joven y no sabe cómo tener cuidado”, lamenta Lucía (22 años), quien cree que se ha perdido el miedo al contagio. En el porno, normalmente “no hay uso de ninguna protección y, como los jóvenes no preguntan en casa ni se les educa en los centros porque es un tabú enorme, es lo que ponen en práctica”.

“Estas infecciones están aún muy estigmatizadas”

La gonorrea ha aumentado un 42,6% y, la sífilis, un 24,1%. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La gonorrea ha aumentado un 42,6% y, la sífilis, un 24,1%. (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Da cierto pudor y vergüenza preguntar en el momento de mantener relaciones si se tiene alguna ITS”, sostiene Fran, a la vez que reconoce que las personas que padecen alguna de estas infecciones están aún “muy estigmatizadas”. Por su parte, Rosa reflexiona sobre la posibilidad de que la respuesta a esas preguntas no sea del todo cierta, por lo que “lo mejor es usar preservativo”. De igual forma, su amiga Andrea sostiene que esa cuestión “puede ofender a la otra persona y tampoco quieres cortar el rollo o que se lo tome mal o a la defensiva”. Lucía también cuenta que algunos de sus amigos “salen de fiesta y se lían con gente”, pero no preguntan.

Con frecuencia, los jóvenes no saben dónde acudir o cómo reconocer si tienen alguno de los síntomas de una ITS, lo que pone el foco en la necesidad de alertar a este sector de la población sobre prevención y detección temprana. “Supongo que los síntomas se miran en internet, pero lo mejor es ir al médico”, dicen Rosa y Andrea. “Si no hay información de calidad accesible en Internet y si pides cita para ir al médico y te dan para dentro de tres semanas, pues dices “no voy” y preguntas a tus amigos, que saben tan poco como tú”, explica Laura.

Mariano reconoce haberle llamado la atención que, “ahora que hay más libertad, posibilidad de informarse y de acceder a medios preventivos, hayan aumentado las ITS”. Por eso confía en que los jóvenes tomen medidas cuando sean conscientes de que hay “infecciones graves y con consecuencias malas”. Por su parte, el Ministerio de Sanidad ha dado comienzo a una campaña bajo el lema Yo soy del sexo seguro, cuyo objetivo es prevenir las ITS entre los jóvenes y visibilizarlas. “Todo el mundo ve como algo normal vacunarse del covid o de la gripe y debería de ocurrir lo mismo con las ITS, para que no sea algo honroso para la gente”, sentencia Mariano.

La incidencia de las ITS varía entre las comunidades autónomas

En caso de detectar algún síntoma de una ITS, lo mejor siempre es acudir al médico. (Hospital Ruber Internacional)
En caso de detectar algún síntoma de una ITS, lo mejor siempre es acudir al médico. (Hospital Ruber Internacional)

Desde 2016, los casos de clamidia han aumentado un 20,7% anual, pasando de 7.239 diagnósticos ese año a 36.983 en 2023. Esta ha alcanzado la mayor incidencia entre las ITS, con una media de 79,80 casos por cada 100.000 habitantes. En 2023, Cataluña (194,56), Navarra (124,97), País Vasco (102,78) y Madrid (85,97) presentaron las tasas más elevadas, mientras que Melilla (1,17), Aragón (5,52), Castilla y León (13,26) y Castilla-La Mancha (13,82) registraron las cifras más bajas.

En cuanto a la gonorrea, la segunda ITS más común, el informe subraya un incremento del 42% en los casos entre 2021 y 2023. Las cifras varían significativamente entre comunidades, con incidencias que oscilan entre 9,24 y 165 casos por cada 100.000 habitantes. Las tasas más altas se observaron en Cataluña (165,30), Madrid (94,08), País Vasco (78,37) y Andalucía (58,64), mientras que las más bajas se registraron en Ceuta (1,20), Melilla (2,34), Aragón (9,24), Castilla y León (12,59) y Extremadura (16,12).

En el caso de la sífilis, en 2023 se notificaron 10.879 casos, lo que representa una incidencia de 22,62 por cada 100.000 habitantes y un aumento de más de 2.000 casos en comparación con 2022, cuando se registraron 8.531 diagnósticos. Las comunidades autónomas con mayores tasas fueron Canarias (53,91), Baleares (33,97), Madrid (32,52) y Cataluña (30,54); mientras que La Rioja (2,17), Castilla-La Mancha (3,36) y Aragón (6,11) tuvieron las tasas más bajas.

El linfogranuloma venéreo, aunque menos frecuente, también ha duplicado su incidencia en el último año, de 2,52 a 4,32 casos por cada 100.000 habitantes en 2023. La mayoría de los afectados, el 98,3%, fueron hombres, y solo se registraron 30 casos en mujeres. La edad media de diagnóstico fue de 37 años.

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