Detección precoz del cáncer de mama: 5 pasos para hacerse una autoexploración mamaria

El Día Mundial contra el Cáncer de Mama pretende concienciar a las mujeres y animarlas a realizarse autoexploraciones mamarias en casa

Una mujer se palpa el pecho en una autoexploración mamaria (Freepik)

Cada 19 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de concienciar a la población sobre la enfermedad y animar a las mujeres a que se realicen autoexploraciones o acudan a sus ginecólogos para la detección temprana del cáncer. La autoexploración mamaria es una técnica sencilla y efectiva que las mujeres pueden realizar regularmente para conocer el estado de sus senos y detectar posibles cambios o irregularidades.

El problema es que muchas mujeres, pese a estar concienciadas con la enfermedad, no saben realmente cómo pueden autoexplorarse. La Clínica Magnasalud de Valencia ofrece cinco sencillos pasos con los que realizar este examen en casa.

Observación frente al espejo con los brazos caídos

El primer paso de la autoexploración mamaria es la observación visual de tus mamas. Colócate frente a un espejo en una posición relajada, con los brazos caídos a los lados y el torso desnudo. En esta postura, observa cuidadosamente el tamaño, la forma y la simetría de tus senos. Es importante recordar que es completamente normal que una mama sea ligeramente más grande que la otra; sin embargo, deberías estar atenta a cualquier cambio significativo en el tamaño que no hayas observado previamente.

Read more!

Además, revisa la piel que cubre tus mamas, pues esta debe tener una textura suave y uniforme. Fíjate si hay áreas con enrojecimiento, hinchazón, rugosidad o cambios inusuales, como la aparición de bultos, hoyuelos o cualquier textura similar a la piel de naranja, ya que estos podrían ser indicios de problemas. Observa también los pezones y asegúrate de que no estén retraídos o hundidos, a menos que esa sea una característica habitual en ti.

Observación con los brazos levantados

A continuación, eleva los brazos y colócalos por detrás de tu cabeza, entrelazando las manos. Esta postura permite observar mejor la forma de los senos y notar cambios que podrían no ser visibles con los brazos caídos. Observa de nuevo el contorno de tus mamas y presta especial atención a su simetría. El contorno inferior de ambas mamas debe ser relativamente circular y regular. Realiza esta observación tanto de frente como de lado, para tener una vista completa de ambos pechos y detectar posibles diferencias en el tamaño o la forma que puedan requerir una consulta médica.

Palpación de pie

Una vez que hayas finalizado la observación visual, comienza la palpación de tus mamas mientras estás de pie. Para este paso, es recomendable levantar el brazo izquierdo y colocar la mano izquierda detrás de la cabeza, sobre la nuca. Con la mano derecha, utiliza los tres dedos medios (índice, corazón y anular) para palpar cuidadosamente la mama izquierda. Los dedos deben pasar suavemente pero con firmeza por toda la mama, siguiendo una de las tres técnicas principales de palpación:

  • Movimiento circular: desplaza los dedos en pequeños círculos desde la parte exterior de la mama hacia el centro.
  • Líneas verticales: mueve los dedos de arriba a abajo cubriendo toda la superficie de la mama en líneas rectas.
  • Líneas horizontales: recorre la mama de lado a lado, palpando en líneas horizontales.

En cualquiera de estas técnicas, asegúrate de cubrir toda la superficie mamaria, desde la base del seno hasta la clavícula y desde el centro del tórax hasta la axila. Esta última zona es especialmente importante, ya que más de la mitad de los casos de cáncer de mama comienzan en el área cercana a la axila. Si sientes algún bulto o protuberancia que no habías notado antes, o cualquier área inusual de mayor dureza, toma nota para consultar a un especialista. Repite este mismo proceso con la otra mama, levantando el brazo derecho y palpando con la mano izquierda.

Palpación tumbada

El siguiente paso es realizar la palpación mientras estás tumbada, ya que esta posición distribuye el tejido mamario de manera más uniforme, lo que facilita la detección de cualquier anomalía. Acuéstate boca arriba en una superficie cómoda, como una cama, y coloca una almohada bajo tu hombro izquierdo para elevar ligeramente la zona que vas a explorar.

Levanta el brazo izquierdo y colócalo detrás de tu cabeza. Con la mano derecha, palpa la mama izquierda utilizando las mismas técnicas de palpación descritas anteriormente (círculos, líneas verticales u horizontales). Cubre toda la superficie del seno, desde la axila hasta el centro, y nota si hay algún cambio o bulto inusual. Repite el proceso con la otra mama, colocando la almohada bajo el hombro derecho, levantando el brazo derecho y palpando con la mano izquierda.

Examen de los pezones

El último paso de la autoexploración mamaria consiste en examinar los pezones. Utiliza los dedos índice y pulgar para comprimir suavemente cada pezón. Observa si sale algún tipo de líquido y, si notas secreción, toma nota del color y la consistencia del líquido, que puede ser transparente, lechoso o incluso sanguinolento. Esta información será importante para compartirla con tu médico en caso de que sea necesario.

Llega a España el tratamiento de inmunoterapia contra el cáncer que se administra con una inyección en solo 7 minutos.
Read more!