Beber de botellas de plástico podría alterar la presión arterial, según un estudio

Esta investigación se ha centrado en observar si la reducción del consumo de plástico puede influir en la presión arterial

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Una mujer llena una botella
Una mujer llena una botella de agua en una imagen de archivo. (EFE/Raquel Manzanares)

En el mundo moderno, no hay sitio donde el plástico no esté presente. Desde los envases de alimentos hasta los productos médicos. Sin embargo, su uso también ha traído consigo riesgos para la salud. De hecho, el estudio First Evidence of the Possible Influence of Avoiding Daily Liquid Intake from Plastic and Glass Beverage Bottles on Blood Pressure in Healthy Volunteers (Primeras pruebas de la posible influencia de evitar la ingesta diaria de líquidos procedentes de botellas de bebidas de plástico y vidrio sobre la presión arterial en voluntarios sanos), ha revelado que el consumo de bebidas en botellas de plástico podría estar relacionado con cambios en la presión arterial, lo que podría tener implicaciones significativas para la salud cardiovascular.

Un problema de salud creciente

El uso de plásticos, no sólo es un problema para el medio ambiente, sino también para la salud de las personas. Según plantean los autores del estudio, los microplásticos -esas pequeñas diminutas que se generan cuando los plásticos se descomponen- pueden penetrar en nuestras vías a través de diversas vías, como la ingesta y entrar en el torrente sanguíneo. Esta investigación se ha centrado en observar si la reducción del consumo de plástico puede influir en la presión arterial.

Reducción del plástico y su efecto en la presión arterial

Una persona rellenando la botella
Una persona rellenando la botella de agua. (Imagen Ilustrativa Infobae).

En este estudio participaron ocho adultos jóvenes sanos (cinco mujeres y tres hombres), que se sometieron a una dieta libre de plásticos. Durante cuatro semanas, se les solicitó que no bebieran líquidos de botellas de este material, restringiendo su ingesta principalmente al agua del grifo. A lo largo del estudio, se midió la presión arterial en ambos brazos de los participantes en tres momentos: al inicio, a las dos semanas y al final de las cuatro semanas.

Los resultados fueron reveladores, sobre todo, en el caso de las mujeres. Los expertos observaron una reducción significativa en la presión arterial sistólica (la presión en las arterias cuando el corazón bombea sangre) en el brazo derecho de ellas, tras dos y cuatro semanas después de haber reducido su consumo de plástico. En el caso de los hombres, no se encontraron cambios significativos en ninguno de los brazos, lo que los investigadores atribuyeron a la gran variabilidad entre los participantes masculinos, dado el reducido tamaño de la muestra.

El impacto en la presión arterial diastólica

La investigación también muestra resultados interesantes respecto a la presión arterial diastólica (la presión en las arterias cuando el corazón está en reposo entre latidos). A las dos semanas de esta dieta, todos los participantes tuvieron una reducción de este tipo de presión en ambos brazos. No obstante, de nuevo, las mujeres tuvieron una disminución mayor, especialmente, en el lado izquierdo.

Un impacto sobre la salud cardiovascular

Los hallazgos de este estudio piloto abren la puerta a nuevas preguntas sobre el impacto de los microplásticos en la salud cardiovascular. Otras investigaciones in vitro ya habían demostrado que estar partículas pueden dañar las células sanguíneas y activar las plaquetas, lo que sugiere un posible vínculo entre la exposición a los plásticos y los cambios en la función cardiovascular.

La alta concentración de microplásticos en el agua embotellada fue uno de los motivos que impulsaron esta investigación. No obstante, los expertos consideran preciso hacer hincapié en que es un análisis piloto con un número limitado de participantes y que es necesario realizar más con muestras más amplias.

A pesar de los posibles riesgos para la salud, los plásticos siguen siendo esenciales en muchos aspectos de nuestra rutina. Como usuarios, deberíamos plantearnos explorar alternativas más ecológicas, como beber de botellas de acero inoxidable. No sólo será una decisión favorable para nuestra salud, sino también para el planeta.

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