La Guardia Civil tiene 5.603 agentes de baja médica, el 7% de su plantilla. Según los últimos datos aportados por el ministerio del Interior a preguntas parlamentarias de varios diputados del PP, siete de cada diez efectivos de la Benemérita no están operativos en sus puestos de trabajo. El 63% de las bajas tienen dos causas: una lesión traumatológica o un problema psiquiátrico. El Cuerpo cuenta en la actualidad con 80.835 guardias desplegados en más de 6.160 unidades, centros y organismos que se ubican a lo largo de las 52 provincias (incluidas Ceuta y Melilla).
Anualmente se tramitan en el seno de la Guardia Civil más de 72.000 procesos de baja médica, superándose los dos millones de días perdidos por enfermedad o accidente. La Benemérita, al no estar integrada en el régimen general de la Seguridad Social, “no cuenta con los mecanismos para la gestión y control médico de quien está de baja temporal con el fin de que pueda recobrar su salud y reincorporarse a su actividad ordinaria lo antes posible”, explican desde el ministerio del Interior.
A finales del año pasado, La Dirección General de la Guardia Civil contrató un servicio médico privado para poder llevar un control más exhaustivo de las bajas laborales de sus agentes, sobre todo de aquellas que se prolongan demasiado en el tiempo. Un servicio por el que pagará 2,4 millones de euros los dos próximos años. Interior aseguraba entonces, al licitar esta adjudicación, que solo contaba con 32 médicos en plantilla en toda España, un “déficit continuado, consolidado y que presumiblemente perdurará” en el tiempo y que impide un correcto “seguimiento, valoración, control e inspección” de las incapacidades temporales.
Actualmente, la Guardia Civil carece de médicos en 30 de las 52 provincias españolas, donde es muy complicado, por tanto, “el seguimiento y control de las bajas”. Un déficit que le impide cumplir un plan aprobado en 2011 para, precisamente, “reforzar el seguimiento de la evaluación del personal de baja médica”. Un plan, explica Interior, que en la actualidad “se ve comprometido por la insuficiencia de personal médico para llevarlo a cabo”. Según el Mando de Personal, “los análisis realizados han revelado la correlación entre la existencia efectiva de médico y la reducción de la incidencia de la incapacidad temporal”. Es decir, que allí donde hay un facultativo las bajas de los agentes duran menos. El objetivo de la Guardia Civil es supervisar, sobre todo, las bajas médicas que duren más de diez días y “emitir los correspondientes partes de alta, en aquellos casos donde la recuperación se estime adecuada para reincorporarse al servicio”
Muchas bajas en Canarias
Obviamente, las provincias con más agentes destinados son las que más bajas médicas acumulan hoy en día. En primer lugar destaca Madrid, con 459 efectivos fuera de servicio. Aquí la plantilla es de 6.660 agentes. Pero llama la atención, por ejemplo, las bajas que se acumulan en las islas canarias: 234 en la comandancia de Las Palmas de Gran Canarias (el 12% de los 1.885 que hay) y 232 en la de Santa Cruz de Tenerife, el 13,3% de los 1.742 agentes destinados. Fuentes sindicales señalan que la presión migratoria que se vive en el archipiélago canario (con la sobrecarga de trabajo) desde hace meses es uno de los motivos que han provocado tantas bajas, por encima de la media nacional del 7%.
En julio de este año, la Guardia Civil puso en marcha un servicio externo de apoyo psicológico para sus agentes. Esta es una de las reivindicaciones que pedían las asociaciones representativas en el Consejo, ya que consideran que la salud mental es una de las prioridades que debe afrontar el Cuerpo. Creen que muchos agentes no acuden a sus jefes para expresar problemas psicológicos porque les puede suponer una “mancha en el historial”. Este servicio lo presta la UTE formada por la empresas ASPY & Yees! para que los guardias tengan a su disposición sesiones gratuitas tanto de forma presencial como telemática. La asistencia estará disponible tanto en las capitales de provincia como en 117 municipios importantes de toda España. La asistencia está compuesta por hasta un máximo de 20 sesiones anuales de una hora de duración, confidenciales, individuales y gratuitas.