Las cinco cosas que debes hacer para no exponerte a ninguna enfermedad por conservar mal los alimentos en el frigorífico, según una experta

Un uso adecuado de la nevera puede librarnos de contraer algún virus, bacteria o patología que nos pueda suponer problemas de salud

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Una mujer abre el frigorífico a deshoras (Shutterstock España)
Una mujer abre el frigorífico a deshoras (Shutterstock España)

Una de las prácticas más esenciales a la hora de mantener una buena salud es tener una higiene básica de los electrodomésticos de la cocina. Allí es donde se elaboran los platos que nos van a aportar los nutrientes necesarios para afrontar el día. Por tanto, se presta básico tener un correcto uso y aseo de la nevera, ya que es lugar en el que los alimentos se mantienen frescos y se conservan de cara un futuro uso. Al hilo de lo anterior, es importante tener en cuenta algunos factores que puede que no se hagan bien y que hagan que se incremente la posibilidad de enfermar por un mal empleo del frigorífico.

Aunque uno piense que su distribución y conserva es la ideal, puede que esta no lo sea. Hay que prestar atención a lo que nos dicen los expertos sobre el tema. Melissa Kilcoyne, de Village College (un centro que da cursos sobre almacenamiento de comida e higiene), ha explicado una serie de factores a valorar. Hay cinco recomendaciones que ella aconseja comprobar en nuestros frigoríficos de cara una seguridad completa.

Los cinco consejos

Como es evidente, en primer lugar, el frigorífico ha de estar en buen estado, es decir, operativo al 100%. En caso de no estarlo, los siguientes consejos no valdrían de nada:

1. Mantener una temperatura ideal

La primera de las consignas a vigilar es la de los grados de enfriamiento del congelador y del frigorífico. Esta es fundamental para garantizar la seguridad alimenticia del estado y la conservación de los alimentos que compremos. “Asegúrese siempre de que la temperatura del frigorífico esté entre 3 y 5 °C”, explica en Express la experta. “Para mantener la temperatura del frigorífico estable, asegúrese de no llenarlo demasiado”, añade.

2. Distribuir bien los espacios

Dentro del frigorífico y congelador entran muchos objetos, pero hay que tener claro que no cualquier distribución es válida para un correcto manteamiento. Por tanto, acorde a la experta, hay una colocación especial que se debe seguir. “Utilice el estante superior para guardar alimentos listos para comer”. “Las sobras suelen durar hasta cuatro días en el estante superior”, añade para mayores detalles. En los estantes del medio los lácteos o huevos, y en el inferior las carnes y los pescados en sus recipientes sellados para evitar suciedad y contaminación de los demás productos.

Frigorífico moderno  (LG/Europa Press)
Frigorífico moderno (LG/Europa Press)

3. Identificar los puntos cálidos

No todas las zonas de la nevera tiene la misma temperatura, existen zonas en las que será mayor o menos en dependencia de la posición. De esa forma, por ejemplo, en las zonas más laterales pueden ser mayor la temperatura por el factor del sistema de funcionamiento, que genera un calor en su acción. No obstante, las puertas también serán zonas más cálidas. “Los alimentos con conservantes naturales, como salsas y bebidas, deben colocarse en la puerta”, afirma Melissa.

4. No guardar los condimentos

Acorde a Melissa, estos deben ir en un armario ajeno a la nevera.

5. Limpiar los estantes con frecuencia

Como es lógico, llevar una higiene básica de las baldas de la nevera es básico para poder tener los alimentos en un buen estado. Muchas veces, algunos ingredientes dejan malos olores o restos, que deberemos eliminar para un perfecto uso.

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