La cultural del bar forma parte de la identidad social de España. Son muchos los que tienen un local de referencia al que acudir para reunirse con amigos y familia. Los abrazos, las charlas de más de tres horas e incluso los desencuentros forman parte de día a día de estos establecimientos.
Ahora bien, el hecho de que bares y restaurantes estén tan presentes en la rutina implica que a veces se pase por alto que estos negocios también tienen sus propias normas. Los más perjudicados por ello son los camareros y las camareras, quienes ya tienen que lidiar con grandes complicaciones en su puesto de trabajo.
Los bajos salarios, el impago de horas extra y el maltrato por parte de clientes y empleadores son solo algunos de los problemas a los que se enfrentan los trabajadores hosteleros. Además, en los últimos años, las reseñas en plataformas como Google han sumado una presión adicional a su jornada. Jesús Soriano, conocido como Soy Camarero, lleva siete años denunciando los abusos que sufren sus compañeros de profesión. A través de sus redes sociales, el influencer expone no solo las malas prácticas de los empleadores y las precarias ofertas de trabajo, sino también las reseñas reciben los restaurantes por medio de diferentes plataformas en línea, donde una mala reputación puede tener un alto coste. En este contexto, saber gestionar las críticas se ha vuelto esencial para la supervivencia de los negocios.
La última denuncia de ‘Soy Camarero’
“Nueva reseña de una estrella”, así compartía Soriano el comentario que había escrito un cliente al portal web de un restaurante. En ella, el consumidor se quejaba de no haber podido consumir comida de fuera mientras bebía una cerveza en el local. “Estoy consumiendo en el lugar con algo que traje de comer. Estoy consumiendo en el sitio, no deberían molestarme por comer algo propio y menos de manera tan grosera como lo hizo la empleada”, explicó.
Ante esta situación, el propietario del establecimiento no dudó en responder. “Querido Kevin, somos un restaurante, no un parque en el que puedas comer lo que quieras. Es de muy mala educación traer comida de otro sitio o de tu casa y consumirla en un local en el que se vende comida”, empezó escribiendo. “No está permitido en ningún lugar. Nosotros tenemos una carta en la que puedes elegir cantidad de platos a muy buen precio, y estaremos encantados de que vuelvas y consumas. La próxima vez pides la cerveza grande y para llevar y te comes el pollo del Mercadona en otro lugar”, concluyó.
La opinión de los usuarios
En esta ocasión, Soriano quiso evitar compartir su opinión a este respecto y pregunta a sus seguidores por la suya. “Normas del local. Igual que no vas a una peluquería, te pones un tinte de supermercado y pides que te laven el pelo. Lo mismo. Si vas a un local consumes lo que hay en el local, no lo de tapper”, dice una usuaria. “Además, si le pasa algo con esa comida, qué pasaría? No sé si sanidad lo permite”, añade otra.