La cerveza tiene muchos beneficios, pero todos de carácter social y ninguno de ellos saludable. Quién no disfruta de una caña con amigos en una terraza al sol, acompañada con unas aceitunas y unas patatas para acompañar... Pero para cuidar el corazón, lo ideal es no consumir nada de alcohol. Y de hacerlo, que no sean más de 100 gramos a la semana. Esta es la cifra que da la Sociedad Europea de Cardiología sobre la prevención cardiovascular. Y es que los riesgos no son pocos: su consumo puede provocar, entre otras cuestiones, hipertensión, fibrilación auricular o riesgo de enfermedad coronaria.
Es posible que hayas oído varias veces el mito de que beber un vaso de cerveza o de vino al día puede ser bueno para la salud. Pero solo es eso: un mito. El neurólogo Richard Restak en su obra Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind (La Guía Completa de la Memoria) alerta de los problemas que pueden aparecer en el cerebro tanto a corto como largo plazo: pérdida de memoria, deterioro mental, demencia... por lo que hay una edad límite para dejar su consumo.
También puedes seguirnos en nuestro canal de WhatsApp y en Facebook
En la juventud no le damos importancia. Es como si este tipo de enfermedades surgieran solo con la llegada a la tercera edad. Pero según datos del Centro para el control y la prevención de enfermedades (CDC), el consumo excesivo de alcohol es responsable de 1 de cada 5 muertes de adultos entre 20 y 49 años. Y las consecuencias inmediatas incluyen desde lesiones físicas hasta problemas sexuales y violencia, mientras que los efectos a largo plazo pueden ser enfermedades crónicas, problemas de salud mental, y un deterioro general en la calidad de vida.
En este sentido, Restak advierte que a partir de los 65 años el cuerpo empieza a perder neuronas a un ritmo alto, por lo que hay que para cuidarlas es fundamental evitar el alcohol. Antes de cumplir los 70 se debería haber dejado ya de consumir, según este experto.
“Me cuesta pensar que el alcohol, un conocido asesino de células cerebrales, sea beneficioso”
La pérdida de memoria es uno de los riesgos, pero no el único. “La confrontación, el juicio y la capacidad de aprendizaje también pueden verse afectadas. Este daño progresivo puede ser peligroso para las personas mayores”, insiste el neurólogo. “Me cuesta mucho pensar que el alcohol, un conocido asesino de células cerebrales, sea beneficioso o incluso neutral en el desarrollo de la demencia, señaló en una entrevista publicada en el Daily Mail en abril. Y agregó: “Hasta donde yo sé, no existe evidencia de que el alcohol afecte solo la memoria y deje ilesos otros procesos cognitivos”.
Riegos específicos de consumir cerveza:
- Dependencia del alcohol: el consumo regular puede llevar a la dependencia física y psicológica.
- Enfermedades hepáticas: incluyen hepatitis alcohólica y cirrosis, siendo esta última una condición potencialmente mortal.
- Problemas cardiovasculares: aumento del riesgo de hipertensión arterial, cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares.
- Cáncer: el consumo de alcohol está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, como el de boca, esófago, garganta, hígado, mama y colon.
- Problemas en el sistema digestivo: puede causar gastritis, úlceras y pancreatitis.
- Trastornos psiquiátricos: aumento del riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos del ánimo.
- Deterioro cognitivo: el consumo prolongado puede afectar las funciones cerebrales, incluyendo la memoria y la capacidad de tomar decisiones.
- Problemas sociales: incluyen el deterioro de las relaciones personales y laborales, problemas financieros y legales.
Por todo ello, Restak invita a los mayores de 65 años que consumen alcohol, bien sea cerveza, vino o bebidas de alta graduación, a que dejen de hacerlo. Y avisa a quienes lo hacen de manera reincidente que en el largo plazo pueden tener un problema más serio de lo que les parece.