La lucha contra el ruido también es cuestión de dinero: los vecinos de Ifema no disponen de recursos como los del Bernabéu para acudir a los tribunales

Desde la plataforma ‘Stop Ruido Festivales Ifema’ aseguran que los macrofestivales se han duplicado en los últimos años y piden al Ayuntamiento de Madrid que busque lugares alejados de zonas residenciales para este tipo de eventos

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El Festival Horteralia en Ifema Madrid, en abril. (Ricardo Rubio/Europa Press)
El Festival Horteralia en Ifema Madrid, en abril. (Ricardo Rubio/Europa Press)

Los vecinos afectados por el ruido de los conciertos y otros eventos que se celebran en el estadio Santiago Bernabéu están logrando, poco a poco, ganar batallas en los juzgados tanto al Ayuntamiento como al Real Madrid. Hace apenas unos días consiguieron que se suspendieran los conciertos hasta abril de 2025, mientras que esta misma semana la Justicia ha ordenado paralizar las obras de los aparcamientos en La Castellana, previamente autorizadas por el Consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida. Son muchos, sin embargo, los vecinos afectados por ruidos de espectáculos en la capital que no pueden permitirse el lujo de recurrir a la justicia y que aseguran estar sufriendo “un auténtico sinvivir”.

Es el caso de quienes residen cerca del recinto ferial de Ifema, ubicado en el distrito de Barajas, que aseguran que desde 2018 la situación solo ha ido a peor y cada año sufren más ruidos y molestias de los conciertos y festivales que allí se celebran. “En 2018 se celebró el primer Mad Cool y ya en 2022 tuvimos cuatro macro festivales. En 2023 se duplicaron y tuvimos ocho, y este año, hasta finales de octubre, se habrán celebrado 14 a lo largo de 21 días, a pesar de que el concejal presidente del distrito de Hortaleza [David Pérez, exconsejero de Isabel Díaz Ayuso] se comprometió a reducirlos”, explica a Infobae España Carmen, miembro de la plataforma ‘Stop Ruido Festivales Ifema’. Tanto el Ayuntamiento como Ifema “están consintiendo este problema de salud grave, vulnerando la inviolabilidad del domicilio”. “Es un delito ambiental”, añade.

A diferencia de los vecinos del Bernabéu, Carmen asegura que quienes residen en las zonas aledañas de Ifema no disponen de recursos económicos para presentar sus quejas y reclamaciones ante la Justicia. ”Los del Bernabéu tienen otro nivel socioeconómico y han podido judicializarlo, algo que nosotros no podemos permitirnos”, señala, aunque igualmente confía en que la querella medioambiental presentada por estos afectados y admitida a trámite “pueda abrir una puerta” a todos los vecinos y vecinas que en Madrid sufren los ruidos de los grandes conciertos y eventos “para poder reclamar sus derechos”.

Y no solo es la música hasta altas horas de la madrugada, advierten desde la plataforma, sino “los fuegos artificiales, los rayos láser que proyectan sobre las fachadas de los edificios, los problemas de aparcamiento y la suciedad” que generan los diferentes eventos.

Obras en el estadio Santiago Bernabéu. (Eduardo Parra/Europa Press)
Obras en el estadio Santiago Bernabéu. (Eduardo Parra/Europa Press)

Desde la plataforma dejan claro que no están en contra ni de los festivales ni del ocio, pero piden a las administraciones que busquen un lugar apropiado para los macrofestivales, para que los “ciudadanos de a pie que trabajan, los niños y las personas mayores” puedan también descansar, pues hay casas que están situadas a tan solo 400 metros de Ifema. Hace poco, explica Carmen, una mujer que acababa de comprar un piso por la zona sin ser consciente del problema de los ruidos escribió a la plataforma para contarles que a veces solo puede dormir a su hijo pequeño en el cuarto de baño sin ventanas.

“Esto afecta a miles de vecinos, estamos desesperados, porque no podemos descansar y nos genera ansiedad. El ruido de los conciertos es estruendoso, tanto que hasta las paredes de las casas vibran”, relata. “Sentimos mucha impotencia porque la propia administración está violando nuestros derechos y no podemos hacer nada”.

La plataforma también recuerda que la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica, en vigor desde 2011, establece que el ruido que generan este tipo de espectáculos no podrá superar los 53 decibelios. Sin embargo, a veces se ha llegado hasta los 100, con todos los problemas que supone para la salud, pues además de las molestias e irritabilidad, el ruido también puede ocasionar pérdida de audición, alteraciones del sueño, problemas cognitivos (especialmente en niños) y estrés fisiológico.

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Otros “puntos negros” en la capital

El pasado mes de junio, la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) presentó su mapa de “puntos negros” de la “eventificación” de la ciudad, en los que además del Bernabéu e Ifema, figuran otros como Las Ventas, el Palacio de Vista Alegre, el Wizink Center o la Caja Mágica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 22 millones de personas en la Unión Europea sufren de molestias crónicas debido al ruido, lo que resulta en más de un millón de años de vida saludable perdidos, 12.000 muertes prematuras y 48.000 casos de enfermedades coronarias al año.

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