Los niños no son simplemente adultos en miniatura. Al administrarles medicamentos, es crucial tener en cuenta que una dosis inadecuada o un medicamento no indicado para ellos puede causar efectos secundarios graves. Y de esto precisamente está alarmando el usuario de TikTok Guille Martín, @farmaceutico_enfurecido, graduado en Farmacia, que ha puesto sobre la mesa una práctica alarmante que algunos padres están llevando a cabo con sus hijos: administrar jarabes destinados a adultos para inducir el sueño en niños.
En el video, el farmacéutico denuncia que ciertos antitusivos y antihistamínicos, que tienen como efecto secundario la somnolencia, están siendo utilizados de manera incorrecta para que los menores duerman con mayor facilidad por las noches. “Hay gente que utiliza jarabes que tienen como efecto secundario la somnolencia, es decir, dan sueño. Por ejemplo, algunos antitusivos y algunos antihistamínicos para dárselo a los niños y que duerman a la primera por las noches”, relata.
“De todos los malos usos que he visto con medicamentos, y creedme que he visto muchos, este me tiene impactadísimo”, señala el farmacéutico, que cuenta con más de 420 mil seguidores en la plataforma. “Si hay algo peor que usar mal un medicamento en uno mismo, es usarlo mal en otra persona, y más cuando esa persona es un niño”, añade.
“Si el niño no duerme bien, habrá que encontrar el problema”
El farmacéutico subraya que estos medicamentos están diseñados para su uso en adultos o en niños mayores, pero no en menores de 12 años. “Esto es peligrosísimo para empezar, porque estos jarabes están formulados para adultos o mayores de 12 años, no para niños. Y para seguir, porque como todo medicamento, puede tener efectos secundarios”, explica. En ese sentido, el farmacéutico es claro: “Si el niño no duerme bien, pues habrá que encontrar el problema e intentar abordarlo de forma no farmacológica. Pero no droguéis a vuestros hijos”.
Algunos consejos para darle correctamente medicamentos a los niños son las siguientes:
- Leer siempre el prospecto: Antes de dar cualquier medicamento, ya sea recetado o de venta libre, es importante leer detenidamente el prospecto para conocer la dosis adecuada, posibles efectos secundarios y contraindicaciones.
- Seguir las indicaciones del pediatra: Si el medicamento ha sido recetado por un médico, es crucial seguir las instrucciones en cuanto a dosis, frecuencia y duración del tratamiento.
- No compartir medicamentos: No se debe utilizar un medicamento recetado para otro niño o adulto, incluso si los síntomas parecen ser los mismos. Cada medicamento está formulado para una persona y condición específica.
- Utilizar la dosis adecuada: Las dosis deben ajustarse a la edad y el peso del niño. No aumentar ni reducir la dosis sin la autorización del médico. Utilice siempre una jeringa o cucharilla dosificadora, nunca una cuchara doméstica.
- Consultar al farmacéutico: Ante cualquier duda sobre el uso de un medicamento, consulte a un farmacéutico o médico antes de administrarlo.
- Evitar medicamentos no indicados para niños: Algunos medicamentos de venta libre, como ciertos antigripales o antitusivos, no son seguros para niños pequeños. Compruebe siempre si el medicamento está aprobado para su uso en menores.
- Almacenamiento seguro: Mantenga los medicamentos fuera del alcance de los niños, en su envase original y en un lugar fresco y seco. Nunca les diga que los medicamentos son “caramelos” para convencerlos de tomarlos.
- Controlar la fecha de caducidad: Verifique siempre que el medicamento no haya caducado antes de administrarlo.
- Evitar la automedicación: No medique a su hijo sin consultar previamente con un profesional de la salud, incluso si el medicamento está disponible sin receta.
- Seguimiento de reacciones: Observe posibles efectos secundarios o reacciones adversas y, de ser necesario, acuda a un médico de inmediato.