Enfermedad de Lyme: estos son los síntomas neurológicos

A menudo esta infección puede provocar la aparición de otros trastornos mentales, provocados por el deterioro del sistema nervioso

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Un niño mira como una garrapata se mueve en su brazo.
Un niño mira como una garrapata se mueve en su brazo.

La enfermedad de Lyme es una conocida patología provocada por una infección bacteriana, la cual, casi en la totalidad de casos, viene provocada por la picadura de una garrapata infectada con Borrelia burgdorferi. La mayoría de estas picaduras se producen en los meses de abril y septiembre, dado que es en esta época cuando estos animales se muestran más activos.

Como bien se explica en el servicio de información de salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “los primeros síntomas de la enfermedad de Lyme comienzan entre 3 y 30 días después de que una garrapata infectada le pique”. Los primeros síntomas son los sarpullidos en la piel, una subida de la temperatura corporal, el dolor de cabeza o la fatiga. No obstante, cuanto antes se diagnostique y trate será mucho mejor para el paciente, dado que la enfermedad puede convertirse, incluso, en algo crónico.

Los síntomas neurológicos de la enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es muy difícil de diagnosticar, dado que puede confundirse con otras enfermedades como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, la fatiga crónica, y también de otros trastornos psiquiátricos como la demencia o el alzhéimer. Esto se debe, en gran medida, a que esta patología puede manifestarse con diversos síntomas neurológicos.

Entre estos, están la parálisis facial, el dolor de cabeza, la neuralgia, el dolor de cuello, la visión doble, los trastornos sensoriales, los mareos y el entumecimiento, así como el hormigueo, la pérdida auditiva, las convulsiones o la hipersensibilidad, la fatiga y la incontinencia. Posibles males a los que se pueden sumar otros de deterioro cognitivo, tal y como explican desde la Fundación Dr. Ángel Bueno Gracia-SOS Lyme.

Desde esta institución, añaden a la lista también otros síntomas como “pérdida de memoria, procesamiento lento de la información, dislexia, razonamiento abstracto pobre, déficit de atención o deterioro del procesamiento visual”. Y es que, al igual que la enfermedad puede provocar otras coinfecciones, también pueden aparecer enfermedades mentales surgidas por el debilitamiento del sistema nervioso.

Por ello, también son posibles los síntomas psiquiátricos: “psicosis, alucinaciones, delirios, cambios de humor extremos cercanos al trastorno bipolar, episodios de ira, depresión, comportamientos suicidas o trastorno obsesivo compulsivo (TOC) entre otros muchos”. Lo normal es que todo esto se manifieste después de la aparición de otros síntomas más físicos, claves para diagnosticar la enfermedad antes de que sea tarde.

La evolución de una infección difícil de diagnosticar

La enfermedad de Lyme tiene un estadio inicial en el que solo se aprecia la erupción y algunos síntomas leves. Más adelante pasa a una fase de diseminación temprana, en la que aparecerían otros síntomas más graves y característicos unas semanas después de haberse contagiado. Finalmente, si no se ha diagnosticado y no se han tomado los antibióticos necesarios, se puede entrar en la última fase: la crónica.

“Lo que caracteriza muchas veces al Lyme crónico es la gravedad de los síntomas, su variabilidad y el grado de discapacidad y desesperación que experimentan sus enfermos”, cuentan desde la Fundación. “Los pacientes padecen dolores propios de los pacientes en estado post-operatorio, síntomas neurológicos al nivel de los enfermos de esclerosis múltiple y discapacidad funcional comparable a la que sufren quienes han padecido un ataque al corazón”.

El video se volvió viral en las redes sociales. (TikTok: @neuquencapitaltiktok)
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