Un estudio realizado por la empresa l’Oreal concluyó, hace una década, concluyó que nueve de cada diez mujeres en España se habían teñido el pelo total o parcialmente alguna vez en su vida. No se disponen de datos actuales, así que es difícil decir si esta tendencia se ha mantenido a unos niveles tan altos o si se ha frenado en los últimos años. Lo que sí es posible afirmar es que, a día de hoy, teñirse el pelo es algo que aún se ve con naturalidad, especialmente en personas de edad más avanzada que pretendan ocultar el blanco de sus cabellos.
Sin embargo, cabría preguntarse si todas esas personas se han planteado alguna vez si los tintes que se aplican al cabello -los hay de todo tipo y de todos los colores- pueden tener algún riesgo para su salud. Sobre ello se ha pronunciado el equipo liderado por el doctor Chirpaz, un oftalmólogo del hospital Edouard Herriot de Lyon, con la publicación este fin de semana de un artículo científico en la revista especializada JAMA Ophtalmology, en el que analizan uno de los casos más extremos.
Múltiples desprendimientos de retina
El análisis que realizan estos investigadores hace referencia a una mujer de 61 años, sin antecedentes que se pudieran relacionar, que se presentó en el centro de salud con serios problemas de visión. Los sanitarios le hicieron pruebas, y encontraron varios “desprendimientos de retina que se parecían a las lesiones que pueden ocurrir en las retinopatías relacionadas con ciertas enzimas presentes en el ojo, llamadas MEK1 o MEK2″ , así como un “engrosamiento no saludable de la retina neurosensorial”.
Tras diversos análisis intentando encontrar la causa, el doctor Chirpaz y el resto de médicos llegaron a la conclusión de que la causa eran los tintes para el pelo que esta mujer utilizaba, ”basándose en la asociación temporal entre los síntomas y la exposición a los tintes para el cabello”. El tinte contenía aminas -derivados del amoníaco- aromáticas, en este caso de un tipo llamado parafenilendiamina, que fue la responsable de una alteración en las células epiteliales pigmentarias de esa parte del ojo.
Los investigadores se encontraron, además, con que este no era el primer caso de falta de visión que se producía por la interacción con este compuesto. En 2022 se notificaron tres casos en “mujeres de mediada edad” que, tras utilizar tintes que también contenían aminas aromáticas, presentaban retinopatías de gravedad variable.
Se recuperó completamente tras dejar de usar el tinte
Tras establecer esta relación, los médicos aconsejaron a la paciente que dejara de usar ese tinte, algo que hizo que al cabo de un mes la mujer ya pudiera ver completamente. “La paciente informó haber usado tintes para el cabello sin aminas aromáticas y no experimentó ninguna recurrencia”, explican los autores del artículo. Estos concluyen que, si bien este tipo de casos son raros, es importante ser conscientes de los riesgos de usar este tipo de productos.
Y es que, para evitar que alguna persona pueda sufrir daños permanentes en los ojos, se debería “considerar rápidamente la posibilidad de eliminar la exposición a este tipo de tintes”. Mientras tanto, conminan al resto de profesionales de la salud a estar pendientes de si se encuentran con una retinopatía sin una explicación evidente, algo que podría surgir también por esta misma causa.