La Agastache rugosa, comúnmente conocida como menta coreana, es una planta herbácea perenne nativa de Asia que destaca por su aroma. Los últimos estudios en torno a esta planta han cautivado la atención de parte de la comunidad científica tras descubrir que cuenta con propiedades gastroprotectoras que pueden cuidar nuestra salud gástrica, mejorando así el bienestar general.
El Instituto Coreano de Medicina Oriental es la institución que más recursos está dedicando a la investigación de la menta coreana, que fue el que descubrió que sus propiedades gastroprotectoras podían paliar el daño en la mucosa gástrica. La gastroprotección es un área crucial de estudio, especialmente en el tratamiento de condiciones como la gastritis y otras enfermedades gastroesofágicas, donde la mucosa del estómago y el esófago puede verse comprometida. La capacidad de la Agastache rugosa para ejercer efectos positivos en la mucosa gástrica sugiere su potencial terapéutico en la gestión de estas condiciones.
Según la Clínica Mayo, la gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago que puede presentarse de manera repentina (gastritis aguda) o desarrollarse lentamente con el tiempo (gastritis crónica). Entre las causas más comunes se encuentran las infecciones bacterianas, especialmente por Helicobacter pylori, el uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) y el consumo excesivo de alcohol. Los síntomas incluyen dolor o ardor en la parte superior del abdomen, náuseas y sensación de saciedad.
En la medicina tradicional asiática, la Agastache rugosa ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades calmantes para el sistema digestivo, así como por su aroma agradable que la hace popular en infusiones y tés medicinales. La combinación de estas propiedades la convierte en un recurso versátil tanto para el tratamiento de condiciones específicas como para promover la salud digestiva en general.
Otras propiedades medicinales
Además de su efecto gastroprotector, la Agastache rugosa exhibe diversas propiedades medicinales. Entre las más destacadas se encuentran sus propiedades antibacterianas, que ayudan a combatir infecciones causadas por bacterias patógenas en el tracto gastrointestinal. Esta acción es crucial no solo para el tratamiento directo de infecciones bacterianas, sino también para prevenir su desarrollo en un entorno gastrointestinal debilitado.
Asimismo, la planta presenta propiedades antifúngicas, lo que la convierte en un recurso prometedor contra infecciones por hongos que puedan afectar el tracto digestivo. Los hongos patógenos, como Candida, pueden causar complicaciones significativas en pacientes con condiciones gastroesofágicas, y el potencial antifúngico de la Agastache rugosa podría ofrecer una opción terapéutica efectiva y natural.
Otro beneficio importante de la menta coreana es su capacidad antipirética, es decir, para reducir la fiebre. Esto no solo proporciona alivio sintomático en casos de enfermedades que cursan con fiebre, sino que también puede contribuir a mejorar el bienestar general del paciente al reducir la carga fisiológica asociada con la fiebre.
Por todo ello, la Agastache rugosa o menta coreana ha dejado de valorarse solo por su valor culinario y aromático, sino que también se está considerando su potencial en el ámbito terapéutico, especialmente en el tratamiento de enfermedades gastroesofágicas y como agente gastroprotector. Sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y antipiréticas la posicionan como una opción natural y prometedora en la búsqueda de tratamientos efectivos y bien tolerados para diversas afecciones del tracto gastrointestinal.