Investigadores del Centro de Investigación Médica Aplicada (Cima) y de la Clínica Universidad de Navarra han logrado un importante avance en el tratamiento de los tumores cerebrales pediátricos más agresivos mediante el desarrollo de una terapia combinada que incluye radioterapia e inmunoterapia. Esta novedosa estrategia ha mostrado resultados prometedores en modelos preclínicos, mejorando significativamente la supervivencia en casos de gliomas difusos de la línea media (DMG), uno de los tipos de tumores cerebrales más difíciles de tratar en niños.
Los gliomas difusos de la línea media son tumores especialmente agresivos que se desarrollan en la infancia y, actualmente, no tienen cura. La Clínica Universidad de Navarra ha señalado que, a pesar de los avances en la comprensión de su base genómica y de los múltiples ensayos clínicos que investigan nuevas terapias dirigidas, los resultados obtenidos hasta el momento en los pacientes continúan siendo insuficientes. Estos tumores son altamente resistentes a los tratamientos convencionales, lo que subraya la urgente necesidad de descubrir enfoques terapéuticos innovadores que puedan mejorar las expectativas de los pacientes pediátricos.
En una investigación previa, el equipo de científicos había demostrado que el bloqueo de una molécula reguladora del sistema inmunológico, conocida como TIM-3, mejora la respuesta inmunitaria en este tipo de gliomas, favoreciendo la memoria inmunológica y, con ello, mejorando el pronóstico de la enfermedad. TIM-3 es una molécula que desempeña un papel clave en la supresión del sistema inmune, permitiendo que los tumores eludan la vigilancia inmunológica del organismo.
Este nuevo trabajo ha dado un paso más al investigar cómo la radioterapia, que es el tratamiento estándar para estos tumores, afecta el microambiente tumoral. Según el equipo de investigación, tras el tratamiento con radioterapia se produce un aumento en la expresión de varias moléculas inmunosupresoras en el microambiente de los DMG, incluida la molécula TIM-3. Esta sobreexpresión de moléculas inmunosupresoras contribuye a que el tumor pueda resistir los efectos de la radioterapia, disminuyendo su eficacia a largo plazo.
Nuevo enfoque terapéutico
Iker Ausejo-Mauleón, investigador del Grupo de Terapias Avanzadas para Tumores Sólidos Pediátricos del Cima y primer autor de este estudio, explicó que la inhibición de TIM-3 tras la administración de radioterapia podría tener efectos beneficiosos para los pacientes. En este estudio preclínico, los científicos bloquearon la molécula TIM-3 utilizando una pequeña molécula de ARN conocida como aptámero, un agente biológico que tiene la capacidad de interferir en la función de TIM-3. Cuando este aptámero fue administrado conjuntamente con la radioterapia, los resultados mostraron una mejora significativa en la supervivencia de los modelos preclínicos utilizados en la investigación. Además, el tratamiento también generó memoria inmunológica, lo que sugiere que el sistema inmune podría estar mejor preparado para reconocer y atacar al tumor en el futuro.
Marta Alonso, codirectora del programa de tumores sólidos y directora del Grupo de Terapias Avanzadas para Tumores Pediátricos del Cima, destacó la importancia de este hallazgo al señalar que el estudio ofrece una nueva perspectiva terapéutica al combinar un tratamiento convencional como la radioterapia con innovadoras terapias de inmunoterapia. Este enfoque integrado podría abrir la puerta al desarrollo de ensayos clínicos en pacientes pediátricos con DMG, ofreciendo una nueva esperanza para combatir una enfermedad que hasta ahora ha sido extremadamente difícil de tratar.
El estudio ha sido publicado en la revista científica JCI Insight y ha recibido el apoyo de múltiples entidades tanto públicas como privadas, lo que refleja la importancia del trabajo colaborativo en la lucha contra los tumores cerebrales pediátricos. La investigación ha sido financiada por el European Research Council, el Gobierno de Navarra, el Ministerio de Ciencia e Innovación, y el Instituto de Salud Carlos III. Además, ha contado con el apoyo de diversas fundaciones, entre las que se incluyen ChadTough DMG, la Asociación Española contra el Cáncer, Fundación El Sueño de Vicky, Fundación ADEY, Fundación ACS, Asociación Pablo Ugarte-Fuerza Julen, Fundación + Investigación + Vida, Fundación Hay que tomarse la vida con tumor y Fundación Blanca Morell, entre otras.
Este avance representa una gran esperanza para la medicina pediátrica, especialmente en el tratamiento de tumores cerebrales agresivos como los gliomas difusos de la línea media. Si bien aún queda un largo camino por recorrer antes de que este tratamiento pueda aplicarse en humanos, los resultados preclínicos son alentadores y ofrecen una nueva vía de investigación para mejorar la supervivencia de los pacientes más jóvenes que padecen esta devastadora enfermedad.
*Información elaborada por EFE