Unos camareros denuncian los insultos machistas de un cliente que dijo que lo querían envenenar con un refresco con azúcar: “Me parece de vergüenza”

El consumidor publicó más tarde una reseña en Google que el dueño del negocio intentó desmentir a través de redes sociales

Guardar
 Una camarera trabaja en la terraza de un bar (Imagen de archivo/Jon Nazca/REUTERS)
Una camarera trabaja en la terraza de un bar (Imagen de archivo/Jon Nazca/REUTERS)

La hostelería puede ser un sector muy duro para quienes se dedican a él. Se trata de un campo centrado en la atención al cliente y que suele implicar mucha dedicación, concentración, altas dosis de estrés y, habitualmente, una retribución no demasiado alta. Con todo, quizá lo peor sea el trato de algunos consumidores hacia quienes solo tratan de ofrecerle la mejor experiencia posible.

“Me quieren envenenar”

Un caso relacionado se ha visto en la popular cuenta de Twitter @soycamarero, dedicada a difundir algunos casos en los que se ve la crudeza del sector a la que se enfrentan estos trabajadores, tanto por parte de los contratantes como de los consumidores. Esta vez se ha tratado de un incidente ocurrido en una cafetería del municipio de Ponts, en Cataluña.

La cuenta comparte una imagen en la que se puede leer una reseña negativa sobre el local. “Pésimo servicio, se pide una Coca-Cola sin azúcar y me sirven con azúcar siendo diabético”, se queja el cliente. Este hombre explica que a continuación lo comentó en la terraza y saltó “una supuesta encargada chillando que si he trabajado en hostelería por criticar que casi me envenenan con una Coca-Cola con azúcar”.

En este punto, el cliente cuenta cómo se origina una discusión en la que acaban interviniendo los Mossos d’Esquadra. “Dichos policías no ven motivo para hacer nada pero la encargada en top y shorts ajustados que estaba con sus amigos ocupando una mesa grande y haciendo mucho ruido”, sigue describiendo el consumidor. “Los responsables en la central no hacen nada, penoso que no puedas tomar algo tranquilamente por culpa de una encargada entrometida. Cuidado con una jovencita con pelo largo y tatuada”, termina.

La explicación del dueño del local

La historia podría quedarse ahí, pero a continuación @soycamarero ofrece también la versión del propietario del negocio, que se puso en contacto con él para explicarle “una situación un tanto surrealista” que les había ocurrido a principios de agosto, cuando tanto él como su encargada estaban de vacaciones y se había quedado trabajando “un compañero que apenas lleva un mes con nosotros y otra compañera que vino a suplir mis vacaciones”.

El hostelero le menciona entonces unos clientes que pasan de vez en cuando por la cafetería, “un matrimonio mayor bastante desagradable en modales y maleducados”, con los que, aún así, nunca habían tenido incidentes cada semana por la que pasaban a tomarse algo. “Hasta principios de agosto que mientras mi encargada y yo estábamos en la terraza desayunando empezamos a escuchar gritos en la mesa de al lado”.

“¡Este tío es gilipollas! Me quiere envenenar, son 3 camareros que no se enteran de nada, el subnormal este...”, cita quien le ha enviado el mensaje a @soycamarero, asegurando que era “a grito pelado y con la terraza llena de gente”. “Mi única interacción con el señor fue decirle educadamente que por favor no faltara al respeto a los empleados, que si se habían equivocado con pedir educadamente que se la cambiaran era suficiente”. Pero, a pesar del buen tono, el señor le contesto con un “¡Tú vete a la mierda!”.

“Qué hartos estamos los camareros de esta situación”.

Esta contestación hizo que la encargada saltara y le pidiera “educadamente que se terminara y su consumición y que se fuera”, valiéndose del derecho de admisión. “Este señor se nos puso chulo y con sus continuas faltas de respeto y comentarios misóginos y machistas se negaba a abandonar el local”. Una negativa que hizo que acabaran llamando a los Mossos, que cuando llegaron también le pidieron al cliente “que se fuera”.

El hombre no se mostró de acuerdo, aunque él y su acompañante se acabaron yendo “soltando improperios de cómo iba vestida mi encargada que vuelvo a repetir estaba en su día de fiesta desayunando en el local y vestida de calle”. “Me parece de vergüenza este tipo de comportamientos de los clientes”, termina el hostelero. “Y que encima tengan el poder de escribir una reseña contando falsedades. Qué hartos estamos los camareros de esta situación”.

El video se viralizó en las redes sociales. (TikTok: @unaestrellapodcast)
Guardar