Un pueblo de Galicia presenta el bocadillo de jamón más grande del mundo al Libro Guinness de los Récords

El bocata de 150 kilogramos “no duró ni 20 minutos” entre los asistentes a la Feria del Jamón

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Plato de jamón cortado de la Feria del Jamón en A Cañiza. (Ayuntamiento de A Cañiza)
Plato de jamón cortado de la Feria del Jamón en A Cañiza. (Ayuntamiento de A Cañiza)

A Cañiza ha celebrado este año su 58ª edición de la Feira do Xamón. Estas fiestas nacieron del empeño e ilusión de los cañicenses por dar a conocer lo mejor de su pueblo: “Nuestro jamón”, aseguran desde la web del Ayuntamiento. La exquisitez de su producto se da gracias al “clima seco y frío, una altitud ideal y una temperatura adecuada” únicos del municipio, que permite la curación de los productos cárnicos.

Por ello, el Ayuntamiento anima a los turistas a visitar A Cañiza el 15 de agosto, el día que celebra la Feria del Jamón en el parque de Carballeira do Cacharado. Sin embargo, uno de los motivos por los que se reconocerá a la localidad en el futuro fue por su ambición para superar el récord del bocata de jamón más grande del mundo.

La memorable Festa do Xamón en A Cañiza

La aldea pontevedresa A Cañiza ofrece “la oportunidad de contemplar una distinta diversidad paisajística provocada por los desniveles de sierras y vaguadas”, además de “conocer su patrimonio artístico”. Pero el último acontecimiento que ha llamado la atención de sus visitantes ha sido la elaboración del bocata de jamón de Alberto Piñeiro.

Sin duda, lo más llamativo es el origen de este proyecto. Según relata Alberto en una entrevista con Infobae España, “esto lo empecé haciendo así de broma”. Y de esta forma fue pasando de hacer “una barrita de cinco metros, una de seis, una de ocho” a una de 21 metros, que servirá para batir el récord Guinness.

El panadero y empresario, que empezó con esta tradición hace ocho años, tuvo que diseñar un horno único que utiliza todos los años “para poder cocinarlo allí”. De esta manera, elabora la masa en el obrador y luego transporta la masa hecha, para después hornearla en el parque de Carballeira do Cacharado.

Pero la tarea de Alberto se alarga todo el día. Como la masa debe guardar reposo, la hace por la mañana y la lleva “por la tarde para allá en un coche isotérmico”. No obstante, no toda la masa que transporta Piñeiro se usa en el pan: “100 kilos los usamos con los niños en un taller de pan y en la barra de pan usamos 120 kilos de masa”. En total se encarga de reunir 250 kilos de masa.

Por su parte, el ingrediente estrella, que debe tener la misma longitud que la masa, lo prepara “un chico especializado en cortar el jamón”. Según Alberto, después de terminar el bocadillo “repartimos entre todo el público en raciones”. Lo sorprendente fue que “no duró ni 20 minutos”.

¿Qué requisitos han tenido que cumplir?

Cortadores de jamón en las fiestas de A Cañiza. (Caniza)
Cortadores de jamón en las fiestas de A Cañiza. (Caniza)

Para superar oficialmente el reto del Libro Guinness de los Récords, hay que tener en cuenta muchos requisitos. Concretamente, el bocata de A Cañiza tenía que contar con “una sola pieza”. Según ha explicado Piñeiro, “hay muchos bocatas de récord Guinness de medio kilómetro”, pero casi todos poseen varias partes. “Este es un bocata de una sola pieza y una sola loncha de jamón”, aclara el panadero. De este modo, la loncha de jamón y la barra de pan tienen que sumar los mismos metros.

Además, según la página de Guinness World Records, hay otros requerimientos importantes a tener en cuenta, ya que “el registro de evidencia insuficiente puede conducir a intentos de récord rechazados”. Así, la aldea gallega ha tenido que presentar una carta de declaraciones, un contacto con supervisores y una evidencia de testigos ajenos al reto, así como una evidencia fotográfica y de video.

Por su parte, el alcalde del Concello, Luis Piña, comunicó en las fiestas que presentaría el bocata al Libro Guinness para superar al campeón vigente de “20,88 metros”. No obstante, aún no se tienen noticias sobre su oficialidad.

El restaurante con estrella Michelin que tiene su propio aeródromo: cocina manchega de autor en un pequeño pueblo de Ciudad Real.
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