Este 2024 España se enfrenta al segundo brote más grave del virus del Nilo, solo por detrás del registrado en el año 2020. Por el momento, se han registrado 53 casos en Andalucía y 17 en Extremadura, lo que ha llevado a los Gobiernos regionales a comenzar a tomar medidas. Este sábado, la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha elevado de 2 a 4 el nivel de riesgo de contagio de virus del Nilo en Huelva, tras detectarse la presencia de mosquitos infectados cerca del casco urbano de la ciudad.
Así lo ha informado el Ayuntamiento a través de su cuenta en la red social X, donde ha indicado que los mosquitos se han detectado a una distancia inferior a 1,5 kilómetros del núcleo urbano, por lo que la Consejería de Salud y Consumo ha informado al Consistorio del aumento del nivel de riesgo. Además, en cumplimiento de los protocolos establecidos, el Ayuntamiento de Huelva ha recomendado la adopción de varias medidas de prevención y protección recogidas en su Plan de Comunicación y Sensibilización Ciudadana, entre las que se recogen:
- Tirar el agua estancada alrededor de la casa que pueda producir mosquitos
- Proteger la piel con repelente para insectos que contenga la sustancia DEET
- Utilizar ropa apropiada, como pantalones y camisas de manga larga
- Evitar hacer actividades durante el amanecer y atardecer porque es cuando los mosquitos están más activos
- Mantener las puertas y ventanas cerradas o con una malla
Qué síntomas tiene el virus del Nilo
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que en el 80% de los casos, la infección por el virus del Nilo Occidental es asintomática. Sin embargo, en el 20% restante, pueden aparecer síntomas como fiebre, dolor de cabeza, fatiga, dolores corporales, náuseas, vómitos, erupciones cutáneas y agrandamiento de ganglios linfáticos.
En los casos más graves, que se desarrollan en 1 de cada 150 personas, el virus puede causar enfermedades neuroinvasoras, como encefalitis, meningitis o poliomielitis del Nilo Occidental, con síntomas que incluyen dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez de cuello, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis.
El periodo de incubación del virus oscila entre 3 y 14 días. Actualmente, no existen vacunas ni tratamientos específicos para esta enfermedad, lo que subraya la importancia de adoptar medidas preventivas. Entre tanto, es recomendable consultar a un médico de inmediato si se experimentan síntomas graves tras una posible infección por el virus del Nilo Occidental. Las personas mayores de 50 años, así como aquellas con sistemas inmunológicos debilitados, deben estar especialmente alerta a estos signos y buscar atención médica urgente en caso de desarrollar algún tipo de complicación.
Sin una solución concreta frente al aumento de casos
Durante los últimos años, el caso de afectados por este virus ha ido aumentando de manera progresiva tanto en España como en otros países debido al aumento generalizado de las temperaturas. Hasta ahora, lo más habitual es que se produzcan en verano u otoño, dado que el calor facilita la reproducción y propagación de la enfermedad.
Las zonas más afectadas siempre suelen ser zonas de costa y, más en concreto, la comunidad autónoma de Andalucía, aunque el amplio porcentaje de asintomáticos provoca que la patología esté infradiagnosticada.
Por otro lado, no existe un tratamiento específico para curar la fiebre del Nilo Occidental y a día de hoy tampoco se ha elaborado una vacuna. Si se contrae y se sufren los síntomas, estos tendrán una duración de, como máximo, una semana, aunque también se han visto casos de personas cuyo malestar se ha mantenido durante un mes. Mientras tanto, la labor de los sanitarios será intentar evitar que se produzcan complicaciones, las cuales, como ya hemos explicado, no suelen ser habituales.
Ante esta situación, las principales medidas de prevención recomendadas por las autoridades son controlar las poblaciones de mosquito y que las personas eviten, en la medida de lo posible, las picaduras de estos insectos.