“Realmente no sé cómo decirlo, así que lo diré directamente. Me diagnosticaron esquizofrenia. Recibo un subsidio para adultos discapacitados y se me reconoce como trabajador discapacitado. Mi tasa de discapacidad supera el 80%. Desde los 18 hasta los 22 años, estuve hospitalizado en un hospital psiquiátrico durante dos años y medio, por lo menos, en varias ocasiones, después de varios intentos de suicidio, una vez a petición mía y otra a petición del fiscal en el contexto de una hospitalización involuntaria”, cuenta frente a la cámara el francés Raphaël Montazaud, un estudiante dela Universidad Jean Jaurès de Toulouse, que ha decidido contar su historia a través de las redes sociales para concienciar a los demás sobre el estigma que existe hacia esta enfermedad. De hecho, el mismo trató de ocultarla.
Montazaud explica que el solo quería ser “normal”: “Cuando salí de allí, todo el mundo tenía un teléfono inteligente y yo nunca había tenido uno. Los jóvenes de mi edad estaban terminando sus estudios y yo no había ido a la secundaria y, de hecho, era marginal y eso me hacía sufrir. Y yo quería ser normal, en realidad, quería ser como todos los demás y quería vivir con todos. Y así, pasé siete años mintiendo”. Cuenta que inventaba mentiras para ocultar los síntomas de la enfermedad, “para no mostrar cuando las cosas no iban bien y para explicar de otra manera los momentos en los que había algunas rarezas”.
Sin embargo, está estrategia no le sirvió de ayuda. “Sí, me aceptaron un poco, pero me dolió mucho, me quitó mucha energía”, cuenta el Montazaud, que confiesa que ya no tiene esa energía y que prefiere ser honesto consigo mismo. Por ello, ha decidido publicar este video en sus redes sociales donde arroja luz sobre la realidad que ha vivido durante todos estos años, y aclara que no lo hace por los demás, sino por él, para “no poder volver atrás”: “Soy honesto conmigo mismo, con todo el mundo y eso ahora lo puedo asumir. Fue un comportamiento un poco capacitista de mi parte por lo que asumo la responsabilidad”.
Miedo al estigma
Sus ganas de ser “normal” no son lo único que motivo a Montazaud a tratar de ocultar su enfermedad. “Estamos en una sociedad que le tiene miedo a la enfermedad mental y que la acepta muy mal. Y creo que eso es algo que hay que cambiar a toda costa, porque o bien una persona con trastornos mentales será marginada, o bien tendrá que hacer esfuerzos considerables para ser aceptada. Y en ambos casos, la persona sufrirá”, explica.
blockquote class="twitter-tweet" data-media-max-width="560">Ca fait 7 ans que j'essaie de cacher ma maladie mentale, et c'est devenu trop dur. Je n'ai plus envie de faire semblant, plus envie de cacher cette part de moi.
— Raphaël Montazaud (@RaphMontazaud) August 26, 2024
(2eme partie de la vidéo sous le tweet) pic.twitter.com/Lt5qNF8eOF
“Tenemos un trabajo colectivo por hacer, un trabajo colectivo para normalizar, normalizar estas patologías y que si yo hubiera tenido cáncer de pulmón, pues no me hubiera dedicado a ocultarlo. Lo hubiera dicho y no lo hubiera hecho. No me habría contenido de toser en público”, defiende el joven, que deja ver su temor a ser juzgado tras publicar el video, aunque recalca que ya no le importa tanto como antes. El francés explica que está cansado de los comentarios negativos que tildan a los esquizofrénicos de “lunáticos peligrosos” que deben ser encerrados de por vida, “o incluso eutanasiados”.
“Lo que quiero es que me acepten. Eso es lo que siempre he querido. No puedo fingir más. Así que estoy haciendo este video con la esperanza de encontrar mi pequeño lugar para ser feliz y sobre todo dejar de sufrir de esconderme”,sentencia la final de su video.
Apoyo y ayuda ante la ideación suicida
Si necesitas ayuda, llama a un amigo o familiar de confianza, las personas de tu alrededor querrán ayudarte. Si no te sientes preparado para hablar con ellos, puedes llamar al teléfono de la esperanza (para España): 717 003 717 o a la línea de atención a la conducta suicida del Ministerio de Sanidad: 024. También hay asociaciones con las que puedes contactar como Papageno o La niña Amarilla.
Existen asociaciones para los supervivientes como DSAS- Després del Suïcidi (Barcelona), Caminar (València), Besarkada-Abrazo (Pamplona), ALAIA (Madrid)y Biziraun (País Vasco).