Descubren un nuevo efecto de Ozempic: puede prevenir los infartos en personas con sobrepeso

Un estudio muestra que la toma de este fármaco está relacionada con un 20% menos de sufrir eventos cardiacos

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Un hombre sostiene una solución inyectable de Ozempic (Shutterstock España)
Un hombre sostiene una solución inyectable de Ozempic (Shutterstock España)

Es el fármaco de moda. Tal es la popularidad que ha ganado Ozempic que los científicos responsables de su desarrollo fueron premiados con el Princesa de Asturias de Investigación 2024. Este medicamento ha demostrado su eficacia para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y para la obesidad, gracias a su principio activo: la semaglutida.

El mecanismo de acción de Ozempic se centra en incrementar la secreción de insulina por parte del páncreas en respuesta a los niveles de glucosa en sangre, ralentizar el vaciamiento gástrico y disminuir la liberación de glucagón después de las comidas, lo que en conjunto mejora el control de la glucosa sanguínea. Además, la semaglutida ayuda a reducir el apetito y la ingesta calórica, lo que contribuye a la pérdida de peso.

Las continuas investigaciones en torno a este medicamento han encontrado en él un nuevo efecto hasta ahora desconocido: Ozempic puede prevenir los ataques al corazón y otros eventos cardíacos adversos en las personas con sobrepeso que padecen alguna enfermedad cardiovascular. Este es el hallazgo al que ha llegado un equipo de científicos de la Universidad de Londres (UCL) y cuyas conclusiones ya han sido publicadas en la revista The Lancet.

Los resultados siguen a una investigación previa del mismo equipo internacional que encontró que las inyecciones semanales de semaglutida estaban relacionadas con una reducción del 20% en eventos cardíacos adversos mayores (MACE), como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, en personas con obesidad o que tenían sobrepeso y enfermedad cardiovascular.

Ahora, esta nueva investigación ha encontrado beneficios cardiovasculares similares para un subgrupo de participantes del estudio que también fueron evaluados como portadores de insuficiencia cardíaca (es decir, cuyos corazones no bombeaban sangre a todo el cuerpo adecuadamente) por un médico al inicio del ensayo.

Los investigadores analizaron datos de 4.286 personas (de un total de 17.605 del ensayo de referencia Semaglutide and Cardiovascular Outcomes (SELECT) a quienes se les asignó aleatoriamente semaglutida o un placebo) y que fueron seguidas durante un promedio de más de tres años.

Encontraron que la semaglutida estaba relacionada con una reducción del 28% en eventos cardíacos adversos importantes (el 12,3% en el grupo placebo tuvo tales eventos en comparación con el 9,1% en el grupo de semaglutida), así como una reducción del 24% en muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares para este subgrupo de personas con insuficiencia cardíaca preexistente y una reducción del 19 por ciento en muertes por cualquier causa.

“Nuestro análisis SELECT anterior mostró los beneficios de la semaglutida para las personas con enfermedad cardiovascular que tenían obesidad o sobrepeso. Este nuevo estudio descubre que, dentro de este grupo, las personas con insuficiencia cardíaca obtuvieron los mismos resultados que las personas sin insuficiencia cardíaca en términos de los resultados que medimos”, declara el profesor John Deanfield, autor principal del estudio.

“Esto es importante porque existía la preocupación de que la semaglutida pudiera ser perjudicial para las personas con un tipo de insuficiencia cardíaca conocida como fracción de eyección reducida, en la que el corazón bombea menos sangre por el cuerpo. Nuestros hallazgos muestran que el beneficio de la semaglutida fue similar independientemente del tipo de insuficiencia cardíaca”, concluye.

La obesidad severa es una enfermedad crónica, compleja y con una alta prevalencia, que se asocia frecuentemente con otras enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Las cifras de la obesidad en España

La obesidad en España ha alcanzado cifras alarmantes en los últimos años, convirtiéndose en una preocupación significativa para la salud pública. Según la Encuesta Europea de Salud, aproximadamente el 23% de la población adulta española sufre de obesidad, mientras que un 53% enfrenta problemas de sobrepeso. Este incremento se atribuye a varios factores, incluyendo cambios en los patrones de alimentación, con un consumo elevado de alimentos procesados y bebidas azucaradas, y una disminución en la actividad física.

La situación también afecta a la población infantil, donde se ha observado un aumento en las tasas de obesidad. Las autoridades sanitarias han expresado su preocupación por las consecuencias a largo plazo que esto puede acarrear, incluyendo un aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

* Con información de Europa Press

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