Escribe una reseña para denunciar el mal trato recibido hace 8 años y los dueños actuales del local le contestan que ahora la regencia ha cambiado: “No nos identifica esta opinión”

La cara negra de la hostelería en España es cada vez más visible. Las jornadas interminables, los bajos salarios, la ausencia de derechos laborales y los malos tratos por parte de clientes y empleadores son sólo una parte del día a día de los camareros y las camareras. Ante esta situación, cada vez son más los trabajadores que deciden alzar la voz y denunciar las distintas problemáticas a las que se enfrentan.

Desde hace casi siete años, Jesús Soriano, conocido en redes sociales como Soy Camarero, se ha convertido en el principal representante de los camareros y camareras en España. Sus publicaciones en redes sociales se centran en exponer las distintas situaciones a las que estos últimos se enfrentan de forma diaria.

Así, y a pesar de que las redes sociales se han convertido en un fuerte altavoz para luchar por los derechos de los trabajadores, también son una nueva fuente de problemas. Y es que, tal y como muestra Soriano en una de sus últimas publicaciones, las reseñas de Google pueden ir en contra de los beneficios de hosteleros y trabajadores.

“Cuánto rencor, tantos años planeando la reseña para nada”, así presentaba Jesús Soriano a una de las últimas historias que ha compartido en su perfil de X. Esta vez, el tono de su expresión adquiría un tono burlesco, más aún si se tiene en cuenta el emoticono de risas que acompaña a sus palabras.

Además, en la publicación de Soriano aparece una captura de pantalla de una reseña de Google al restaurante Palacio de Araña. “No se me permitió publicar la reseña hace unos años por to que la vuelvo a poner”, comienza escribiendo el cliente, que aseguró haber visitado el establecimiento hace unos siete u ocho años. Seguidamente, ha empezado a relatar cómo les robaron la chaqueta durante su visita al local. Asegura que al comentarlo con los camareros “lo primero fue un trato huidizo, parecía que no querían atendernos y después notamos que entre ellos se reían. Finalmente, nos atendieron, y la primera respuesta fue que no habían visto nada. Insistimos y finalmente la chamarra apareció sospechosamente colgada entre la ropa de los empleados”, cuenta. “Os recomendaría que tuvierais cuidado con la ropa”, concluye.

El propietario del establecimiento ha decidido pronunciarse a este respecto. “Lamentamos mucho lo que te sucedió”, asegura. Sin embargo, lo cierto es que, tal y como se explica en la respuesta, el dueño de hace siete años es distinto al actual. “Ahora somos otros los dueños que están frente al Palacio. Y el equipo de trabajo ha cambiado también. No nos identifica esta opinión en lo más mínimo”, afirman.

Las palabras del hostelero han generado una gran reacción en las redes sociales. Tanto, que las respuestas a la publicación se han llenado de comentarios irónicos a este respecto. “La verdad, da mucha risa”, aseguran los usuarios.

Las reseñas en Google se han convertido en un elemento esencial para los negocios hosteleros, ya que influyen directamente en su visibilidad y reputación en línea. Es por ello que los trabajadores y dueños de los establecimientos insisten en que los comentarios de los clientes sean honestos y veraces.

En este sentido, un mayor número de opiniones positivas puede mejorar la posición de un establecimiento en los resultados de búsqueda, destacándolo frente a la competencia y atrayendo a más potenciales clientes.