El chachepó, el dulce típico de Linares que fue creado hace más de 100 años y es uno de los postres más deliciosos de Andalucía

Tras más de dos décadas de olvido, la receta original fue recuperada para hacer de este bizcocho esponjoso que recuerda al babá francés una exquisitez de la cultura culinaria de la provincia de Jaén

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Su nombre es curioso. Pero su sabor delicioso. De ahí que, una vez que se prueba y, sobre todo, se disfruta, esta palabra deja de sonar extraña: chachepó. Es así como se denomina el postre típico de Linares, que tiene más de 100 años de historia y ha logrado traspasar fronteras. Y no es para menos: fue elegido el mejor dulce de España en 2019. De ahí que este bizcocho “borracho” de origen francés se haya convertido en un imprescindible de la gastronomía de Jaén y, en general, de la cultura culinaria de Andalucía.

Aunque su demanda aumenta en Navidad, lo cierto es que se consume en cualquier época del año. También conocido como chachepol o chachepóp, este dulce tradicional de Linares es perfecto para regalar, ya que suele presentarse en un estuche que contiene cinco unidades y que permite que puedan conservarse en un estado ideal hasta cuatro semanas, sin que dejen de estar tan ricos como el primer día.

La Pastelería Excelsior de esta ciudad de la provincia de Jaén es la referencia en la producción del chachepó, donde lo elaboran de forma artesanal desde hace más de dos décadas. Darle un bocado al bizcocho de este dulce supone una experiencia mágica, que recuerda al sabor del babá francés, no solo por su esponjosidad. A ello se une que su historia es de lo más interesante.

Un bizcocho esponjoso con ligero aroma a licor

El chachepó es el dulce típico de Linares, Jaén. (Pastelería Excelsior)
El chachepó es el dulce típico de Linares, Jaén. (Pastelería Excelsior)

El chachepó, un bizcocho de origen centenario, se caracteriza por su forma cilíndrica y textura esponjosa, con un sutil aroma a licor. Elaborado de manera completamente artesanal, la receta no incluye leche y se basa en huevos, los cuales son mezclados y horneados cuidadosamente. La masa debe reposar durante 24 horas antes de ser impregnada en frío con el aroma a licor, un proceso que culmina en un producto listo para ser disfrutado.

Con un sabor suave y ligeramente a anís, la masa de este bizcocho, compuesta de huevo y harina, se ha mantenido en secreto, conocido solo por tres miembros de la familia de la Pastelería Excelsior que lo elabora. Acompañado de una copa de vino dulce, el chachepó se considera una verdadera delicia para el paladar.

El delicioso dulce que resucitó tras 20 años de olvido

La receta del chachepó no incluye leche y se basa en huevos. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La receta del chachepó no incluye leche y se basa en huevos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un matrimonio de Linares ha logrado devolver a la vida uno de los dulces más emblemáticos de la ciudad: el chachepó. Al frente de la pastelería Excelsior, con más de dos décadas de historia, han alcanzado la fama en los últimos años al recuperar esta receta tradicional que había desaparecido durante dos décadas tras el cierre de la legendaria confitería de Félix de Amo.

El proyecto de resurrección del chachepó fue impulsado por Pablo, quien llevaba años obsesionado con la idea de devolver a Linares este dulce tan querido. Para lograrlo, contó con la ayuda de Ramiro Rull de Torres, maestro chocolatero de casi 90 años y padre de Mina, su esposa. Ramiro, descendiente de una larga línea de pasteleros que ya va por la cuarta generación, conservaba en su memoria la receta original.

Después de dos años de pruebas intensas, entre errores y aciertos, Excelsior finalmente logró recrear el chachepó. Aunque los productos y la materia prima no son exactamente los mismos que antaño, el resultado parece haber sido un éxito.

En sus orígenes, se servía de pie en el plato —hoy en día se presenta tumbado— y solía disfrutarse por la noche, tras la jornada de trabajo en las minas de la zona, acompañado de una copa de anís. Este dulce, cargado de buenos recuerdos para los linarenses, recibió su nombre en referencia a la palabra “chachi”, muy popular en la región y que, según la RAE, significa “estupendo, muy bueno”.

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