Qué es la silicosis: síntomas y cómo tratarla

Recientemente, un equipo médico ha asociado el uso de piedra artificial en encimeras de baño y cocina con el desarrollo de esta enfermedad

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Imagen de Rayos X (Shutterstock España)
Imagen de Rayos X (Shutterstock España)

La silicosis es una enfermedad pulmonar crónica y progresiva, clasificada dentro del grupo de las neumoconiosis. Esta condición surge por la inhalación de partículas de sílice cristalina, comúnmente presente en rocas, arena y cuarzo. La exposición a este mineral se da principalmente en sectores laborales como la minería, la construcción y las canteras, donde los trabajadores están expuestos al polvo que puede contener sílice.

Además, recientemente un equipo médico ha advertido de la necesidad de retirar la piedra artificial utilizada para encimeras de baños y cocinas por el aumento progresivo de los casos de silicosis relacionados con su uso. En estos casos, la silicosis viene provocada por su alto contenido en sílice (más del 90%) y por el fino polvo que genera al cortarla.

Radiografía Pulmonar (Shutterstock España)
Radiografía Pulmonar (Shutterstock España)

Cómo afecta la silicosis a la salud

En España, los efectos de la silicosis afectan a una parte considerable de la población. Especialmente debido a que muchos trabajadores de la industria minera del siglo XX sufrieron sus consecuencias.

La silicosis presenta diversos síntomas y efectos en la salud, que varían según la gravedad y la duración de la exposición al polvo de sílice. Los síntomas más comunes incluyen tos crónica, dificultad para respirar, fatiga, dolor en el pecho y pérdida de apetito. En casos avanzados, los afectados pueden experimentar insuficiencia respiratoria grave.

Además, entre los efectos en la salud, la silicosis puede causar fibrosis pulmonar, una condición en la que el tejido pulmonar se endurece y pierde funcionalidad. Por otra parte, la enfermedad incrementa el riesgo de desarrollar otras afecciones pulmonares, como tuberculosis, bronquitis crónica y enfisema. También está asociada con un mayor riesgo de cáncer de pulmón.

Diagnóstico y tratamiento de la silicosis

El diagnóstico de la silicosis se basa en la historia clínica del paciente, con especial atención a la exposición laboral a sílice, complementada por exámenes de imagen como radiografías de tórax o tomografías computarizadas de alta resolución, que revelan patrones clásicos de fibrosis. Las pruebas de función pulmonar también son útiles para determinar el grado de afectación de la enfermedad.

Entre tanto, la silicosis se clasifica según el tiempo de exposición y la rapidez de aparición de los síntomas. En este contexto, la silicosis aguda se desarrolla tras exposiciones cortas a concentraciones muy altas de sílice, presentando rápidamente síntomas severos y potencialmente fatales. La silicosis crónica, el tipo más común, surge después de exposiciones prolongadas a niveles más bajos de sílice, generalmente a lo largo de diez años o más. Por último, la silicosis acelerada ocurre con exposiciones a altas concentraciones de sílice durante un período de cinco a diez años.

La silicosis no tiene cura y el daño pulmonar que provoca es irreversible. El tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas, prevenir infecciones respiratorias y proporcionar apoyo respiratorio cuando sea necesario. La terapia con oxígeno y los medicamentos para la tos pueden ayudar a manejar la dificultad respiratoria. Además, es fundamental evitar la exposición continuada a la sílice para prevenir el agravamiento de la enfermedad. La prevención es un tema de salud pública y seguridad laboral que exige atención constante en las industrias con riesgo de exposición a la sílice.

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