Cómo hacer un pastel de calabaza, un postre tradicional en Estados Unidos y Canadá

La calabaza tiene su punto álgido durante los meses de otoño. Así, puede convertirse en el ingrediente rey de cremas de verduras, guarniciones y estofados. Sin embargo, su flexibilidad va mucho más allá. Una calabaza puede ser también fundamental a la hora de preparar una propuesta más dulce.

El pastel de calabaza es un postre tradicionalmente asociado con el otoño y las festividades. Se trata de un plato muy popular en los Estados Unidos y Canadá, especialmente en las celebraciones de Acción de Gracias y Halloween. Conocido por su especial textura, este postre se elabora con puré de calabaza, una mezcla de especias como canela, jengibre y nuez moscada, y una base de masa quebrada. Suele servirse a temperatura ambiente y puede acompañarse con nata montada o helado de vainilla para realzar su sabor. Su proceso de elaboración es relativamente sencillo.

Tiempo de elaboración: 1 hora y 45 minutos

Porciones: 10 unidades

Ingredientes:

• 1 base de masa para tarta (puede ser comprada o hecha en casa)
• 425 gramos de puré de calabaza
• 3 huevos grandes
• 200 mililitros de nata líquida para montar
• 150 gramos de azúcar moreno
• Una cucharadita de canela en polvo
• Media cucharadita de jengibre en polvo
• Un cuarto cucharadita de nuez moscada en polvo
• Un cuarto cucharadita de clavo en polvo
• Media cucharadita de sal
• Una cucharadita de extracto de vainilla

Elaboración:

Para elaborar el pastel de calabaza es necesario seguir los siguientes pasos:

1. El primer paso es preparar la base del pastel. Para ello, habrá que precalentar el horno a 180 °C y colocar la base de masa para tarta en un molde, ajustándola bien a los bordes y recortando el exceso. Además, se recomienda pinchar la base con un tenedor para evitar que se infle durante la cocción. La masa se horneará durante un tiempo estimado de entre 10 y 12 minutos o hasta que esté ligeramente dorada. Una vez esté lista, se dejará enfriar mientras se termina de hacer la receta.
2. Ahora es el momento de preparar el relleno. Para ello, en un bol grande mezcla el puré de calabaza con los huevos y la nata líquida. Cuando se consiga tener una masa homogénea, añade el azúcar moreno, la canela, el jengibre, la nuez moscada, el clavo, la sal y el extracto de vainilla. Es importante que todo quede bien integrado.
3. Con la mezcla ya preparada, es momento de verterla sobre la masa ya horneada. Con el molde ya relleno, habrá que hornear el pastel durante unos 45 minutos, o hasta que el relleno esté firme y un palillo insertado en el centro salga limpio. Si los bordes de la masa comienzan a dorarse demasiado, se recomienda cubrirlos con papel de aluminio para evitar que se quemen.
4. Con el pastel ya cocinado, solo queda esperar un par de horas hasta que se enfríe a temperatura ambiente. Para una mejor experiencia, puedes acompañar el pastel con nata montada o helado de vainilla. De igual forma, se puede cuidar la presentación espolvoreando azúcar glas y canela por encima del pastel.