La Comunidad de Madrid se ve obligada a continuar con el nivel 2 de alerta debido a las altas temperaturas, que siguen aumentando. Este lunes, algunas regiones de la capital alcanzarán la cifra de 38,7 grados. Se trata de la alerta más alta a nivel autonómico.
Según el Boletín de Olas de Calor de la Comunidad de Madrid, se esperan temperaturas máximas que oscilarán entre los 38,5 y 38,9 grados durante la semana. La implantación del nivel superior de alerta es conseguir minimizar las consecuencias de las altas temperaturas, incluyendo a las personas más vulnerables como los bebés a los ancianos.
Recomendaciones para una buena hidratación
La Consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, recuerda la importancia de mantener una hidratación adecuada con la ingesta de abundantes líquidos y el consumo de alimentos ricos en agua como por ejemplo fruta, ensaladas o gazpacho, especialmente en periodos de mucho calor.
Asimismo, evitar las bebidas que causan deshidratación, como pueden ser las bebidas alcohólicas y las que contienen cafeína. Las bebidas deportivas ayudan a recuperar electrolitos, pero no deben sustituir al agua.
La hidratación constante es fundamental, es decir, beber pequeñas cantidades de agua durante el día y no todo de una sola vez es lo mejor para mantener nuestro cuerpo bien hidratado. Mantener cerca una botella de agua puede ayudarnos a recordar que hay que beber.
No salir a hacer ejercicio en las horas punteras del sol, donde el sol pega con más fuerza. Utilizar ropa cómoda y clara, ya que ayudarán a la transpiración. Si tenemos mascotas, sacarlas a pasear el principio de la mañana o al final del día sería lo idónea para los dos, cuando el sol está bajo y la temperatura es algo fresca. Si nos vemos obligados a desplazarnos a pie, buscar fuentes de agua y sombras en los parques para sentarnos a descansar en los lugares más frescos.
Síntomas de deshidratación
Existe distintos niveles de deshidratación, leve, moderada y grave, según la cantidad de líquido corporal que se haya bebido y no se haya repuesto.
Los síntomas más comunes de la deshidratación leve o moderada son los siguientes: sed, piel seca, o fría, dolor de cabeza y calambres musculares. Los síntomas de la deshidratación grave son: sed persistente, piel muy seca, respiración rápida, ojos hundidos, desorientación e incluso el desmayo. Este nivel de deshidratación puede ser muy perjudicial y poner nuestra vida en peligro.
Personas más vulnerables
El nivel 2 de alerta es de especial importancia para aquellas personas que más perjudicadas se pueden ver por el calor extremo. Es por eso que bebés, niños pequeños o los enfermos estén atentos y se hidraten frecuentemente. Los niños son los que más energía tienen y los que más se mueven sea cual sea la hora del día, lo que les pone en peligro si no se hidratan correctamente. Los ancianos pueden no sentir sed con la misma intensidad y deben ser observados de cerca para detectar signos de deshidratación, lo mismo que le puede pasar a una persona enferma, que deberá acudir a su médico para que le aconseje.