La frecuencia con la que defecamos es un indicativo de nuestra salud general, según un estudio

Los movimientos intestinales irregulares son más que unas molestias, pues influyen notablemente en nuestra fisiología

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Un hombre sostiene un rollo de papel higiénico (Shuterstock España)
Un hombre sostiene un rollo de papel higiénico (Shuterstock España)

La cantidad de veces que vamos al baño al día para defecar es un indicativo de cómo se encuentra nuestra salud, como indica un reciente estudio del Instituto de Biología de Sistemas de Seattle (Washington, Estados Unidos) publicado en la revista Cell Reports Medicine. Dicha investigación sostiene que los movimientos intestinales influyen significativamente en nuestra fisiología.

Algunas investigaciones previas ya habían apuntado a que tanto el estreñimiento como la diarrea estaban asociados con un mayor riesgo de sufrir infecciones y enfermedades neurodegenerativas, respectivamente. Sin embargo, dichas observaciones se realizaron con personas enfermas, por lo que era difícil saber qué era causa y qué era consecuencia.

“Espero que este trabajo abra un poco la mente de los médicos a los riesgos potenciales de no controlar la frecuencia de los movimientos intestinales”, ha expresado el doctor Sean Gibbons, autor principal del estudio. Para este, se recopilaron datos clínicos, de estilo de vida y biológicos (incluida la química sanguínea, el microbioma intestinal, la genética y más) de más de 1.400 voluntarios adultos sanos. Posteriormente, se elaboraron cuatro clasificaciones: estreñimiento (una o dos evacuaciones intestinales por semana), normal-baja (tres a seis por semana), normal-alta (una a tres por día) y diarrea.

En el caso del estreñimiento, los microbios de las heces que permanecen por mucho tiempo en el intestino agotan la fibra disponible y fermentan proteínas que producen toxinas perjudiciales para los riñones. Aquellas personas con tendencia a la diarrea presentaban unas características químicas que delataban inflamación y daño hepático. Esto se debe a que, durante la diarrea, el cuerpo excreta demasiado ácido biliar que, de otra manera, el hígado reutilizaría para absorber las grasas de los alimentos.

Las personas que se encontraban en el “rango ideal” defecaban entre una y dos veces al día y presentaban una mejor salud. Esto se pudo medir gracias a sus anaerobios estrictos, que son las bacterias intestinales que fermentan la fibra. “La señal más importante que vimos fue comer más frutas y verduras”, expresa el doctor Gibbons, junto con beber mucha agua, realizar deporte y llevar una dieta rica en fibra.

Así, el estudio también observó que los jóvenes, las mujeres y aquellos con un índice de masa corporal más bajo tendían más al estreñimiento. Las diferencias hormonales y neurológicas entre hombres y mujeres también explican esa diferencia a la hora de evacuar, pues ellos acuden más veces al día.

El Dr López Rosetti nos cuenta la importancia de consumir frutas y verduras.

Los mejores alimentos para evitar el estreñimiento

Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), son varios los alimentos que nos ayudan a combatir el estreñimiento:

  • Frutas y verduras ricas en fibra como las ciruelas, los higos y los kiwis contienen sorbitol, un azúcar natural que tiene un efecto laxante suave. Las manzanas, peras y melocotones también son ricos en fibra soluble e insoluble, que ayuda a suavizar las heces y a regular el tránsito intestinal. El brócoli, las espinacas y la col rizada son fuentes de fibra insoluble que aumentan el volumen de las heces y estimulan los movimientos intestinales.
  • Los granos integrales, como el pan, la pasta y el arroz integral, son ricos en fibra insoluble que ayuda a prevenir el estreñimiento y a mantener un sistema digestivo saludable.
  • Las legumbres, como las lentejas y los garbanzos, son excelentes fuentes de fibra soluble e insoluble, que ayudan a suavizar las heces y a regular el tránsito intestinal.
  • Los frutos secos y las semillas, como las almendras y las nueces, son ricos en fibra y grasas saludables que ayudan a mantener un sistema digestivo en buen estado.
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