Qué es el medicamento Lexxema para la alergia: beneficios y efectos secundarios

Lexxema crema es uno de los medicamentos más comunes a la hora de tratar infecciones alérgicas. De hecho, más específicamente, se utiliza para reacciones alérgicas ocurridas en la piel, sirviendo de antiinflamatorio y reduciendo el enrojecimiento de la zona en cuestión. No obstante, hay que tener en cuenta el correcto uso de este medicamento. En caso contrario, y al igual que sucede en todos los fármacos, pueden producirse ciertos efectos secundarios que, incluso, no solo afecten al área tratada.

Dentro de los efectos secundarios, cabe destacar que no siempre tienen por qué aparecer estos síntomas, ya que algunos son más comunes que otros. Por ello, hay que distinguir entre aquellos más y menos frecuentes. Entre los más habituales podemos destacar la quemazón y la hipersensibilidad de la zona afectada, además de la posibilidad de aparición de ampollas y sequedad en la piel.

Por otro lado, dentro de las consecuencias menos generales, encontramos principalmente la infección por hongos y las grietas en la piel. Además, la celulitis y el adelgazamiento de la piel son otros efectos poco comunes dentro del mal uso de Lexxema crema. Finalmente, también hay diferentes secuelas de las cuales se desconoce su frecuencia, y que pueden aparecer en cualquier momento. Entre estas últimas, destacamos el aumento de vello o la visión borrosa, entre otras.

Para intentar evitar en la medida de lo posible estos posibles efectos dañinos, hay una serie de instrucciones y recomendaciones que debemos seguir para usar de manera adecuada este medicamento. En primer lugar, no se debe aplicar Lexxema crema más de una vez al día, aun con el objetivo de compensar al haber olvidado una dosis, así como no prolongar su uso a lo largo de más de 12 semanas.

Además, se recomienda adherir frotando suavemente y en una capa fina. Otra de las recomendaciones a considerar es que no debe entrar en contacto con, especialmente, con los ojos y con la boca. Respecto a niños, su uso debe limitarse lo máximo posible, y está vetado su empleo en menores de 4 meses de edad.

En cuanto a su conservación, debe mantenerse el fármaco a una temperatura inferior a 25°C. Asimismo, es preciso no utilizarlo una vez haya superado su fecha de caducidad y situarlo fuera del alcance de los niños. Finalmente, antes de utilizar este medicamento hay que tener en cuenta una serie de precauciones y advertencias. Si se está embarazada, o en periodo de lactancia, es recomendable consultar con su farmacéutico para evitar cualquier tipo de riesgo para el niño. Por otro lado, el medicamento no influye en la capacidad de conducción de quien lo tome, a pesar de contener alcohol bencílico.

Además, en el caso de padecer tuberculosis, sífilis, infecciones por virus, bacterias u hongos, o rosácea se prohíbe emplear Lexxema crema. Sin embargo, también se debe prescindir de su uso en caso de ser alérgico a metilprednisolona aceponato (MPA), en inflamaciones en la piel cercanas a la boca y en heridas profundas y abiertas.