El pasado 9 de julio, el Ministerio de Sanidad dio luz verde a la financiación de Tecentriq (atezolizumab en genérico), un nuevo fármaco de inmunoterapia frente al cáncer. Si bien ya existía, la nueva formulación trae consigo avances revolucionarios en la medicina oncológica que facilitan la vida de los pacientes.
Desarrollado por la farmacéutica Roche, el nuevo atezolizumab, ya disponible en el Sistema Nacional de Salud, consiste en una inyección subcutánea, la primera utilizada en tratamientos contra el cáncer. Es una mejora respecto a la anterior formulación, que se administraba por vía intravenosa y llevaba un tiempo de entre 30 y 60 minutos.
Ahora, la inyección subcutánea reduce el tiempo del tratamiento de una hora a los siete minutos. Esta diferencia de la duración de tratamiento se aprecia aún más teniendo en cuenta la jornada al completo, pues mediante la vía intravenosa el tiempo es de entre 5 y 6 horas, frente a las 3 o 4 de la dosis subcutánea. Esto se debe también a que no es necesario un periodo de observación tras la inyección.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) otorgó su autorización en enero pasado, permitiendo que esta terapia subcutánea se utilice para las mismas nueve indicaciones del atezolizumab intravenoso. Esto incluye tratamientos para cánceres agresivos como el cáncer de pulmón no microcítico, el carcinoma hepatocelular y el cáncer de mama triple negativo metastásico.
Una inyección cada tres semanas: así funciona atezolizumab
Tecentriq es utilizado en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, incluyendo pulmón, hígado, vejiga y mama, según informan varias plataformas de noticias. Esta terapia, que ha mostrado eficacia en formas agresivas de estos cánceres, se basa en el principio activo atezolizumab.
Este fármaco debe aplicarse cada tres semanas sin necesidad de observación posterior, lo cual se espera que alivie la carga sobre el Sistema Nacional de Salud. “Es una reducción de costes en todos los sentidos”, valoró durante su presentación la jefa de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, Dolores Isla. De hecho, la llegada de atezolizumab a la sanidad pública se ha producido en un tiempo récord, ya que fue autorizado por la Agencia Europea del Medicamento en enero: tan solo se han requerido seis meses para su llegada a España.
Además de la reducción en los tiempos, este nuevo tratamiento trae otras muchas ventajas tanto para pacientes como para la sanidad pública. Alba Silveiro, del Vall D’Hebron Instituto de Oncología de Barcelona, señaló que esta nueva modalidad de administración reducirá las complicaciones comunes asociadas a las infusiones intravenosas. Los estudios IMscin002 e IMscin001 han demostrado que los pacientes prefieren la inyección rápida y que no compromete la seguridad ni la efectividad del tratamiento.
La eficacia de la dosis no se reduce, pero la comodidad para los pacientes es mayor y las molestias son menores, lo que mejora su calidad de vida y reduce su estrés emocional. “Para las personas que viven con cáncer es fundamental garantizar la mejor calidad de vida posible, por lo que contar con esta opción subcutánea que pueda reducir el tiempo de tratamiento, sin duda marcará una diferencia significativa para los pacientes y su entorno familiar”, aseguró Dolores Isa.