El litio como fármaco: para qué sirve, beneficios y efectos secundarios

Este medicamento se recomienda para tratar algunas afecciones en salud mental

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Se utiliza para abordar trastornos como la depresión o el trastorno bipolar (Europa Press)
Se utiliza para abordar trastornos como la depresión o el trastorno bipolar (Europa Press)

El litio o carbonato de litio es un medicamento antipsicótico utilizado para reducir la intensidad y frecuencia de los episodios maníaco-depresivos, frecuentes en el trastorno bipolar. Este fármaco se puede recetar igualmente en casos de depresión recurrente, cuando sea resistente a otros tratamientos.

En España, esta sustancia se encuentra disponible en forma de comprimidos para administración oral. El Ministerio de Sanidad calcula que se dispensan 109,5 dosis diarias definidas por cada mil personas y día de este medicamento para personas con psicosis activa. Aunque no hay grandes diferencias por sexo, edad o nivel de renta, el litio se receta algo más en hombres y en personas adultas de entre 45 y 49 años.

Para asegurar su eficacia y seguridad, es esencial seguir ciertas precauciones. Por ejemplo, el carbonato de litio no debe usarse en personas con alergia a la sustancia, insuficiencia renal o cardíaca grave, y en aquellos que estén muy deshidratados o con bajos niveles de sodio en sangre. Además, está contraindicado en mujeres embarazadas o en período de lactancia.

Beneficios del litio para personas con trastorno de bipolaridad

Según el Clínic de Barcelona, este medicamento es uno de los tratamientos más efectivos y seguros y el único que ha demostrado reducir el riesgo de suicidio. El medicamento inhibe la despolarización en las células nerviosas provocada por catecolaminas, lo que lo convierte en una herramienta eficaz contra las alteraciones graves del estado de ánimo. Cuando se ingiere litio, este se absorbe por el tubo digestivo sin necesidad de pasar por el hígado, pasa a la sangre y, de ahí, llega a las neuronas donde produce cambios en la producción de ciertas sustancias que van a regular de forma eficaz las alteraciones anímicas.

El medicamento debe tomarse todos los días sin interrupción, salvo en caso de prescripción médica. Durante el tratamiento, se recomienda monitorear periódicamente los niveles plasmáticos de litio, así como las funciones tiroidea y renal.

Para darle un mayor provecho, es importante llevar una dieta adecuada, con cantidades correctas de líquidos y sal durante el tratamiento. Se recomienda, por ejemplo, la ingesta diaria de dos a tres litros de líquidos.

Además de la medicación, las personas con enfermedades mentales deben buscar apoyo psicológico, que permite afrontar las dificultades de estos problemas. Igualmente, es recomendable evitar someterse a situaciones estresantes y practicar deporte, lo que ayudará a mantener unos buenos hábitos del sueño.

Posibles efectos secundarios

El tratamiento puede interactuar con varios medicamentos, incluyendo aciclovir, antiinflamatorios no esteroideos, antidepresivos, diuréticos y anticonvulsionantes. Por ello, es crucial informar al médico de cualquier otra medicación que se esté tomando. Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran temblores en las manos, náuseas, sequedad de boca, dolor abdominal, sed excesiva y poliuria. En raras ocasiones, puede causar confusión, dificultades en el habla o bocio. También puede alterar resultados en análisis de sangre y orina, por lo que es esencial avisar al laboratorio si se está bajo tratamiento con litio.

Las autoridades sanitarias avisan de que, en caso de experimentar diarrea, vómitos, agitación o somnolencia, el tratamiento con litio debe suspenderse.

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