De las quemaduras al melanoma: estos son los posibles efectos del sol en tu piel

Más allá de las reacciones inmediatas, la exposición al sol también tiene implicaciones a largo plazo

Guardar
Imagen de una mujer poniéndose crema en la espalda
Imagen de una mujer poniéndose crema en la espalda

El sol es una amenaza directa a la piel durante todo el año. Sin embargo, durante los meses de verano su impacto aumenta. La principal razón es que el tiempo de exposición a los rayos ultravioleta es mucho mayor durante esta época del año.

En este sentido, si bien una exposición moderada al sol es beneficiosa en tanto que favorece la síntesis de vitamina D, mejora el estado de ánimo y ofrece grandes beneficios parar la salud, si el tiempo de exposición es excesivo, el efecto es el contrario. Así, la radiación ultravioleta puede causar daños significativos en la piel si no se toman las precauciones adecuadas.

Reacción de la piel al sol
Reacción de la piel al sol

Cómo afecta el sol a la piel: del corto al largo plazo

La exposición prolongada al sol, incluso por cortos períodos, puede provocar efectos inmediatos y visibles en la piel. Las quemaduras solares son uno de los daños más frecuentes. Estas se manifiestan a través de la piel inflamada y adolorida, caliente al tacto. En los casos más graves pueden ir acompañadas de ampollas, si esto ocurre se debe contactar a un médico de forma inmediata, ya que podría tratarse de una quemadura de segundo grado, según se indica en el portal médico especializado Mayo Clinic.

Además, el sol afecta la barrera de hidratación de la piel, provocando deshidratación, sequedad, tirantez y descamación, debilitando la protección contra infecciones. También pueden ocurrir reacciones fototóxicas y fotoalérgicas. En este sentido, mientras que la fototoxicidad resulta de la interacción de agentes como ciertos medicamentos con la luz sola, la fotoalergia es una reacción inmunológica a sustancias alteradas por la radiación ultravioleta, con lesiones que aparecen de 24 a 48 horas después de la exposición.

Por otra parte, más allá de las reacciones inmediatas, la exposición al sol también tiene implicaciones a largo plazo, que no solo afectan a su apariencia estética, sino que condicionan la salud general de las personas. De este modo, de la excesiva exposición al sol se explica el envejecimiento prematuro de la piel, ya que los rayos ultravioleta aceleran la degradación del colágeno y la elastina, lo que provoca arrugas, flacidez y textura áspera. La radiación ultravioleta puede causar hiperpigmentación, estimulando una producción excesiva de melanina y resultando en manchas oscuras y desigualdades en el tono de la piel, conocidas como lentigos solares o manchas de edad.

Cuál es la relación del sol con el melanoma, el cáncer de piel más agresivo

Otro efecto es el daño actínico, manifestado como queratosis actínica, que son parches ásperos y escamosos en áreas expuestas al sol y que pueden ser precursores de cáncer de piel, especialmente carcinoma espinocelular. Además, la radiación ultravioleta puede causar inmunosupresión, alterando la función inmune de la piel y reduciendo su capacidad para protegerse contra infecciones y cánceres, lo que facilita la progresión y aparición de tumores cutáneos.

Hay que recordar que la exposición al sol está directamente relacionada con la incidencia del melanoma, el tipo más agresivo de cáncer de piel. La radiación ultravioleta (UV) proveniente del sol puede dañar el ADN de las células de la piel, provocando mutaciones que pueden llevar a su desarrollo. Paralelamente, las quemaduras solares graves, sobre todo las de la infancia, aumentan significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad en la edad adulta.

5 recetas con melocotón, la fruta que protege tu piel, reduce el colesterol y combate el estreñimiento.
Guardar