Estos son los medicamentos más peligrosos con calor: pueden agravar los efectos de las altas temperaturas

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos explica los efectos adversos de medicamentos antidiabéticos, antihistamínicos, antipsicóticos o antihipertensivos ante la subida de los termómetros del verano

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Medicamentos en una farmacia. (Europa Press)
Medicamentos en una farmacia. (Europa Press)

El mes de junio ha sido el primer mes frío en España desde abril de 2022. Es decir, la primera vez desde hace más de dos años que la temperatura media (19,9ºC) fue inferior al promedio del periodo (20,1ºC). Resultó especialmente frío en el centro y el suroeste de la península, así como en el este de Cataluña. Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología espera que durante los meses de verano España atraviese otro “verano tórrido”, con temperaturas que podrían superar hasta en 2 grados las habituales para la época.

Las altas temperaturas tienen consecuencias nefastas para la salud, especialmente para los más mayores y los más pequeños. De hecho, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), en 2023 murieron 2.035 personas por golpes de calor o causas atribuibles a las consecuencias del ascenso de los termómetros.

Existen muchos factores de riesgo que ponen en jaque la salud de las personas durante esta época del año. Por ello, decenas de organismos, desde el Ministerio de Sanidad hasta los colegios de médicos, poden a disposición de la ciudadanía una serie de consejos y advertencias para cuidar de su salud ante este factor externo.

Cómo conservar los medicamentos ante las altas temperaturas

En este sentido, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) se advierte de la necesidad de cumplir con las recomendaciones de uso y conservación de los medicamentos ante las altas temperaturas. “En concreto, hasta 7.500 presentaciones comercializadas y dispensables en Farmacia Comunitaria -cerca del 50% de un total de 15.000 - precisan de especial precaución durante una ola de calor, especialmente en los fármacos que deben conservarse en la nevera, como los medicamentos con indicación en el tratamiento de la diabetes o las vacunas”, detallan.

Los medicamentos que deben conservarse a una temperatura por debajo de 25 o 30 grados tienen un límite superior de tolerancia, y el rebasar puntualmente estas temperaturas no tiene consecuencia sobre su estabilidad o calidad. No obstante, hay que supervisar las condiciones de conservación de este grupo de fármacos que agrupa a cremas, pomadas, geles, supositorios y óvulos. Porque, por ejemplo, en cremas o pomadas se puede producir una separación de las fases, en las que el medicamento deja de tener un aspecto homogéneo y se puede distinguir una parte acuosa o semisólida; en el caso de los óvulos o supositorios se pueden reblandecer. Si esto sucede, se recomienda evitar su uso.

Desde el CGCOF, indican que los estudios de los medicamentos que no comportan ninguna mención especial de conservación demuestran que no se degradan cuando son expuestos a temperaturas de 40 grados durante seis meses. Sin embargo, en España hay comercializadas más de 1.000 presentaciones de medicamentos que deben conservarse en la nevera a una temperatura de entre 2 y 8 grados. De ellas, cerca de 400 son dispensables en las Farmacias Comunitarias y el resto son de uso hospitalario. En estos casos, el Consejo General recomienda utilizar una nevera portátil para transportarlos hasta casa y conservarlos a temperatura indicada, utilizándolos tan pronto como se hayan sacado del frigorífico, especialmente en estas fechas en las que más viajamos.

Fármacos que pueden agravar los efectos de la ola de calor

No obstante, las recomendaciones de los farmacéuticos también se extienden a los medicamentos que ingerimos porque sus diferentes mecanismos de actuación pueden agravar los efectos de las altas temperaturas. Por ello, recomiendan poner especial atención en los siguientes casos:

  • Algunos fármacos diuréticos favorecen la deshidratación o la pérdida de electrolitos.
  • Los medicamentos antiinflamatorios, algunos antihipertensivos y algunos antidiabéticos afectan a la funcionalidad del riñón.
  • Los antihistamínicos, los antidepresivos o los fármacos para el Parkinson interfieren con los mecanismos de pérdida de calor de nuestro cuerpo y producen una mayor sudoración.
  • Por el contrario, los descongestionantes nasales o fármacos para la migraña van a disminuir la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, mecanismo que impide la pérdida de calor.
  • Los antipsicóticos para esquizofrenia, ciertos antidepresivos o fármacos antitusivos, como dextrometorfano, o analgésicos, como el tramadol, pueden aumentar de forma directa la temperatura corporal.
Las olas de calor son cada vez más frecuentes. Sin embargo, la AEMET confirma que aún no hay evidencia para sostener si cada vez son más graves o no, pero los picos de temperatura cada vez son más altos
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