El primer tratamiento de inmunoterapia contra el cáncer que se administra vía subcutánea ya ha comenzado a administrarse en varios hospitales de España. En un tiempo récord, el Ministerio de Sanidad ha dado luz verde a la financiación de Tecentriq, el único fármaco de inmunoterapia actualmente disponible que consiste en una inyección que se aplica en tan solo siete minutos.
Hasta el momento, Tecentriq se administraba mediante vía intravenosa, lo que tenía una duración de entre 30 y 60 minutos. El pasado mes de enero, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó su uso a través de inyección subcutánea, lo que reduce el tiempo entre 4 y 8 minutos, según el paciente. Esta diferencia de la duración de tratamiento se aprecia aún más teniendo en cuenta la jornada al completo, pues mediante la vía intravenosa el tiempo es de entre 5 y 6 horas, frente a las 3 o 4 de la dosis subcutánea. Esto se debe también a que no es necesario un periodo de observación tras la inyección.
Tecentriq está indicado para el tratamiento de distintos tipos de cáncer de pulmón, hígado, vejiga y mama, algunos de ellos en sus formas más agresivas. Su principio activo, atezolizumab, es un anticuerpo monoclonal diseñado para unirse a una proteína llamada PD-L1, que se expresa en las células tumorales y en las células inmunitarias que infiltran el tumor. Así, bloquean sus interacciones con los receptores PD-1 y B7.1, lo que a su vez permite la activación de las células T. Como todos los tratamientos de inmunoterapia, funciona actuando no sobre la célula tumoral, sino sobre el propio sistema inmune para que este responda mejor.
Son varias las ventajas que presenta la vía subcutánea, lo que lleva a cuatro de cada cinco pacientes a preferirla sobre la vía intravenosa. La eficacia es la misma, pero la comodidad es mayor y las molestias son menores, mejorando la calidad de vida del enfermo. Esta misma reducción del tiempo de tratamiento lleva a un mejor uso de los recursos sanitarios, así como a una mayor flexibilidad en la administración.
La doctora Dolores Isla, jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, ha asegurado en una rueda de prensa celebrada este martes que este novedoso tratamiento supone menor estrés emocional para los pacientes: “Para las personas que viven con cáncer es fundamental garantizar la mejor calidad de vida posible, por lo que contar con esta opción subcutánea que pueda reducir el tiempo de tratamiento, sin duda marcará una diferencia significativa para los pacientes y su entorno familiar”.
Además, ese menor tiempo de preparación se traduce en una mejor eficiencia en el uso de los recursos sanitarios. “La vía subcutánea conlleva mejores procesos de conservación y puede ayudar a reducir el riesgo de errores de dosificación, disminuir el desperdicio de medicamentos y, en definitiva, aumentar la disponibilidad del personal de farmacia para otras tareas”, ha argumentado Raquel Sánchez, responsable del servicio de Farmacia Hospitalaria Oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid.
Tratar el cáncer desde casa puede ser una realidad a futuro
Para la aprobación de este medicamento se han realizado dos ensayos clínicos: IMscin001 y IMscin002. En el primer de ellos se estudió la seguridad y eficacia de Tecentriq administrado mediante inyección; en el segundo, se evaluó la preferencia de los pacientes por ambas vías. Casi el 80% de ellos optaron por la administración subcutánea.
“Esta innovación adquiere especial relevancia ante el creciente aumento en la demanda de los servicios de los hospitales de día oncológicos, impulsada por un mayor diagnóstico e incidencia del cáncer. Con esta nueva aplicación del tratamiento reforzamos nuestro compromiso de contribuir a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, mejorando la experiencia de pacientes, cuidadores y profesionales sanitarios”, ha afirmado la doctora Mariluz Amador, directora médico de Roche Farma España.
Esta nueva forma de suministrar Tecentriq contribuye a la descarga de la presión sanitaria, aunque en un futuro no muy lejano podría hacerlo incluso más. La doctora Isla ha comentado que piensa que “acabará administrándose en los domicilios”. De hecho, ya está en marcha un primer ensayo clínico en el que, tras una debida formación en los hospitales, los pacientes pueden inyectarse a ellos mismos la medicación desde casa. Al no necesitar un periodo de observación tras su inyección, puede tratarse de una idea tangible a futuro.
Una mayor cercanía con el paciente
Otra de las ventajas destacadas de esta nueva terapia es la proximidad con el paciente, como destaca Alba Silverio, enfermera de ensayos clínicos del Vall d´Hebron Instituto de Oncología (VHIO). “Uno de los temas que siempre nos quejamos en enfermería es que disponemos de poco tiempo para estar con el paciente. En el caso de las terapias endovenosas, el paciente llega, se le pone la vía y el profesional se va a hacer otras tareas. En este caso estás obligado a estar con el paciente durante esos siete minutos que puedes aprovechar. No hace falta hablar del tratamiento, simplemente es una relación de calidad con el paciente”, ha contado en unas declaraciones para Infobae España.
Este tratamiento subcutáneo permite al equipo de enfermería formar una relación mucho más estrecha con sus pacientes, que ven cada tres semanas y a los que “se llega a conocer mucho tanto a ellos como a su familia”. “Es importante tener esos momentos. A veces necesitamos parar y dedicarle este tiempo que ellos también agradecen”, concluye Silverio.