La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que el talco, un mineral ampliamente utilizado en cosmética, es “probablemente cancerígeno para los humanos”. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), un órgano de la OMS dedicado al estudio del cáncer, ha concluido que este material puede causar cáncer. Al evaluar su peligrosidad, lo sitúan en el nivel 2A, el segundo más alto en una escala que va del nivel 3, considerado “no clasificable como cancerígeno para los humanos”, al nivel 1, que indica suficiente evidencia para considerarlo cancerígeno.
El resultado de la evaluación, publicado en The Lancet Oncology, especifica que aunque hay una evidencia limitada de que el talco pueda provocar tumores en humanos, especialmente de ovario, sí existe suficiente certeza de que genera cáncer en animales de experimentación. En cuanto a la exposición humana al talco, el informe señala que esta ocurre en entornos laborales durante la extracción, molienda o procesamiento del mineral, así como durante la producción de productos que contienen talco.
Para la población general, el talco se encuentra en cosméticos y polvos corporales, y es “probable” que también esté presente en alimentos, medicamentos y otros productos de consumo. Además, no se puede descartar la posible contaminación del talco con amianto en varios estudios humanos. Ante este escenario, lo más recomendable es dejar de utilizar productos de este tipo y sustituirlos por otros más recomendables.
Alternativas a los polvos de talco
El talco mineral no solo se encuentra en polvos para bebés o pies, sino también en cosméticos como labiales, polvos faciales, rubores, sombras de ojos, máscara para pestañas, base y maquillajes para niños. Para evitar su uso, se recomiendan varias medidas. Una opción es sustituir el talco por polvos vegetales como fécula de maíz, harina de avena o semillas trituradas. En este sentido, la consistencia de la fécula de maíz es exactamente la misma que la del talco.
También es aconsejable lavar bien los granos, como el arroz, antes de cocinarlos para eliminar restos de talco. Consumir productos elaborados con ingredientes naturales y libres de tóxicos es otra medida preventiva. En cuanto a la ropa, se recomienda optar por telas naturales como algodón o manta en lugar de poliéster u otras fibras sintéticas, ya que absorben mejor la humedad corporal. Para eliminar malos olores de ropa o calzado, se sugiere usar un atomizador con agua y unas gotas de aceite esencial de árbol de té.
Por último, para la higiene y el cuidado de los bebes, la mejor alternativa es optar por agua y jabón. El uso de crema hidratante y de aceite de coco para prevenir posibles lesiones en la piel.
Cómo saber si un producto lleva talco
Han sido un total de 29 expertos internacionales los que han revisado exhaustivamente la literatura científica disponible para determinar que el talco “exhibe características clave de carcinógenos en células primarias humanas y sistemas experimentales”.
En este sentido, para identificar si un producto lleva talco basta con mirar su etiquetado. Así, este deberá indicar que el artículo contiene alguno de los siguientes elementos: talco, talco mineral, polvo de talco o silicato de magnesio.