La Guardia Civil ha detenido este jueves a una mujer por el asalto a la bodega Cepa 21, empresa en la que esta había trabajado, el pasado 18 de febrero. Supuestamente, la detenida entró a las instalaciones durante la madrugada de ese día y derramó en el suelo unos 60.000 litros de vino de gama alta al vaciar tres depósitos donde estos maduraban. Se calcula que el valor de la bebida perdida alcanzó los 2,5 millones de euros.
El asalto fue registrado por las cámaras de seguridad de la bodega. En las imágenes grabadas a las 3.30 de la mañana los agentes vieron cómo ella entraba en la bodega vaciaba los depósitos de vino de las marcas Cepa 21, Horcajo y Malabrigo. Las preguntas que ahora se hacen los investigadores es cómo pudo tener acceso, puesto que todas las medidas de seguridad estaban activadas. Es por este motivo que el caso todavía no está cerrado y se contempla la detención de una o varias personas más al no descartar que hubiera más implicados.
De momento, están interrogando a la detenida y tratando tanto de confirmar los hechos, así como de reunir los datos que aún no terminan de comprender. Un ejemplo es que, tras el sabotaje, la mujer supuestamente responsable no se llevó nada de las instalaciones.
Así es Cepa 21
Los vinos desparramados en el suelo, además de tener un coste muy alto, eran también productos que se encontraban al alza en el mercado vinícola. Solo en el último año, su venta se había incrementado un 15%, mientras que el total de la facturación también había ido creciendo año tras año desde que, en 2022, su propietario, José Moro, definiera el proyecto como una iniciativa para “unos vinos con carácter ganador”. Desde entonces, sus elaboraciones no dejaron de ocupar unos ratings sobresalientes y unas críticas muy positivas.
De hecho, este centro, ubicado en la zona del Castrillo de Duero (Valladolid), forma parte de un territorio más extenso que se conoce con el sobrenombre La milla de Oro de los vinos de Ribera del Duero, lo que implicó desde el principio contratos por todo el país y el resto del mundo, además de otras actividades sumadas a la elaboración del vino, como el enoturismo, cada vez más cotizado.
No obstante, los hechos acontecidos podrían haber sido, según ha contado a la COPE esta misma tarde el mismo José Moro, “un desastre para dar en quiebra técnica la bodega”. De hecho, aunque en el vídeo del sabotaje solo ve una figura femenina encapuchada, el director quiso refirmar su punto de vista: “Es evidente que es la autora de ese sacrilegio”. En esa conversación, también ha destacado la “fluidez” con la que se movía, “como si conociese perfectamente dónde estaba”.
Aún así, Moro también ha mostrado alivio: “Menos mal que yo creó que se asustó y no le dio por abrir todos los depósitos porque habría sido un desastre, para haber dado en quiebra técnica la bodega”. Un problema aún mayor si tenemos en cuenta que el crimen se cometió “en plena expansión y el crecimiento de ventas”, según el director, que espera que los efectos de esta pérdida no sean demasiado graves.