La historia culinaria de la empanadilla: su origen árabe y cómo se convirtió en un plato típico de España

La receta admite ingredientes de lo más variados, como carne, queso, verduras, pollo o pulpo, y hace años que se convirtió en un clásico de la gastronomía de distintos países del Mediterráneo y del otro lado del Atlántico

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Las empanadillas pueden ser de
Las empanadillas pueden ser de carne picada o pollo. (Shutterstock)

Harina, agua, aceite y sal. Tan solo se necesitan estos cuatro ingredientes para preparar la masa de una de las mayores delicias de la gastronomía española: las empanadillas. Hay quien también le añade levadura, huevo o leche, quienes la compran ya hecha y solo tienen que rellenarlas o, incluso, quienes se decantan por las congeladas que venden en los supermercados. Pero, sea como fuere, es innegable que su espectacular sabor le gusta a casi todos los paladares. A ello se une que este plato típico tiene una historia culinaria de lo más curiosa.

Su origen es tan antiguo como interesante, dado que sus raíces se encuentran en distintos países del Mediterráneo y al otro lado del Atlántico. Además, hay variaciones en función de cada lugar: son muchas las regiones que tienen su propia receta y forma de preparar las empanadillas. Por ejemplo, en Argentina son muy famosas las conocidas como empanadas argentinas, que se caracterizan por estar rellenas de carne picada, cebolla, ají y especias. Por el contrario, en España hay opciones muy variadas, como atún, mariscos o verduras.

Ya sean fritas en aceite o al horno, la clave para cocinarlas y que queden increíbles es usar productos de calidad y frescos. El formato más pequeño de la empanada suele ser un imprescindible en la carta de buena parte de los bares y restaurantes españoles, en parte, por la rapidez y facilidad con la que se preparan. Sin embargo, pese a estar tan asentadas en la cultura culinaria, su origen es aún desconocido para una amplia mayoría de la población.

Cuál es el origen de la empanadilla, una auténtica delicia culinaria

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A las empanadillas se les pueden añadir infinidad de ingredientes. (Getty Images)

Las empanadas han recorrido un largo camino desde sus orígenes hasta convertirse en un plato emblemático a nivel mundial. Aunque técnicas similares eran utilizadas por egipcios y griegos alrededor de 1600 a.C., fueron los árabes quienes popularizaron esta práctica durante sus largos viajes, envolviendo carne de cordero o pollo en masa de harina de centeno y trigo.

Durante la conquista musulmana de la Península Ibérica en el año 711 d.C., los árabes añadieron sus propias técnicas culinarias, introduciendo productos como hojaldres, almíbares y alfajores. Estas innovaciones se expandieron rápidamente por la región, adoptadas por pastores y viajeros que encontraron en las empanadas una manera práctica de transportar y consumir alimentos en largas travesías.

Con el tiempo, las empanadas se diversificaron en España, dando lugar a variedades regionales como las gallegas, manchegas y murcianas. Para la Edad Media, este plato ya era común en la dieta española, hasta el punto de ser mencionado como un manjar por Miguel de Cervantes en su obra Don Quijote de la Mancha, publicada al final del siglo XVI y principios del siglo XVII.

La llegada de las empanadas al Nuevo Mundo tuvo lugar en 1535, durante la conquista del Río de la Plata. Bajo el comando de Pedro de Mendoza, los navegantes españoles introdujeron estas delicias en Argentina, donde cobraron especial relevancia durante la guerra de independencia de 1810.

A lo largo de los años, las empanadas se adaptaron al gusto local y se esparcieron por toda América. Países como Chile, Bolivia y Colombia, e incluso México, desarrollaron sus propias variaciones utilizando ingredientes locales como carne, queso, verduras, pulpo y cazón. Las opciones de empanadas ahora incluyen versiones dulces o saladas, fritas o al horno, mostrando una versatilidad culinaria sin límites.

Una estrecha relación con las fábricas de empanadas

Preparar masa de empanadilla es
Preparar masa de empanadilla es un proceso rápido y sencillo. (Shutterstock)

Las fábricas dedicadas a la producción de empanadas han sido y son un baluarte de tradición y gastronomía. Estos lugares, donde se elabora este emblemático bocado, son testigos de la transmisión de recetas y técnicas que aseguran la autenticidad del producto final.

La elaboración de empanadillas en estas fábricas sigue un proceso cuidadoso que incluye la selección de ingredientes frescos y la preparación artesanal de las masas. Estas se amasan manualmente, lo que confiere a las empanadas una textura distintiva, según expertos en la materia. Los rellenos pueden variar desde opciones saladas como carne, pollo y verduras hasta versiones dulces, lo que atrae a una amplia gama de paladares.

Un aspecto destacado de estas fábricas es su compromiso con la innovación. Aunque respetan las recetas tradicionales, constantemente experimentan con nuevos sabores y combinaciones de ingredientes. Esta creatividad permite a las fábricas satisfacer las cambiantes preferencias de los consumidores. Fue así cómo surgieron las empanadillas.

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