La Viagra podría aportar algunos beneficios para la salud más allá de tratar la disfunción eréctil. El sildenafilo, como se conoce genéricamente este medicamento, mejora el flujo sanguíneo y puede ayudar a prevenir la demencia, según un reciente estudio de la Universidad de Oxford (Estados Unidos) y publicado en la revista científica Circulation Research. Según un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine, un 26% de la población entre 25 y 40 años sufre disfunción eréctil, lo que indicaría que muchos adultos jóvenes pueden estar utilizando Viagra para tratar esta condición médica.
El doctor Alastair Webb, profesor asociado del Centro Wolfson para la Prevención de Accidentes Cerebrovasculares y Demencia de la Universidad de Oxford, ha expresado que “este es el primer ensayo que demuestra que el sildenafilo ingresa a los vasos sanguíneos del cerebro en personas con esta afección, mejorando el flujo sanguíneo”. “Estos dos factores clave están asociados con el daño crónico a los pequeños vasos sanguíneos del cerebro, que es la causa más común de demencia vascular. Esto demuestra el potencial de este fármaco bien tolerado y ampliamente disponible para prevenir la demencia, que necesita pruebas en ensayos más grandes”, prosigue.
Este descubrimiento abre la puerta a nuevas investigaciones que sean capaces de transformar el tratamiento y la prevención de la demencia vascular, una condición que actualmente no cuenta con terapias específicas. El daño crónico a los pequeños vasos sanguíneos del cerebro no solo es la principal causa de la demencia vascular, sino que también contribuye al 30% de los accidentes cerebrovasculares y al 80% de las hemorragias cerebrales. La presión arterial alta, la reducción del flujo sanguíneo al cerebro y la función deteriorada de los vasos sanguíneos exacerban estas condiciones, lo que resalta la importancia de los hallazgos de este ensayo.
Este ensayo, llamado OxHARPm ha sido un estudio doble ciego controlado con placebo diseñado meticulosamente en el que participaron 75 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular menor y mostraban signos de enfermedad de vasos pequeños de leve a moderada. Cada participante recibió Viagra, un placebo y cilostazol (un fármaco similar) durante períodos de tres semanas en orden aleatorio. El estudio utilizó pruebas de fisiología cardiovascular, ecografías y resonancias magnéticas funcionales para evaluar los efectos de los fármacos.
Entre los hallazgos clave se incluyen que el sildenafil aumentó el flujo sanguíneo en los vasos cerebrales grandes y pequeños y mejoró la respuesta del flujo sanguíneo al dióxido de carbono, lo que indica una mejor función cerebrovascular. Tanto la Viagra como cilostazol redujeron la resistencia de los vasos sanguíneos en el cerebro, aunque el sildenafilo causó menos efectos secundarios en comparación con cilostazol, particularmente con una menor incidencia de diarrea.
De cara al futuro, los próximos pasos implican ensayos a mayor escala para confirmar estos hallazgos y explorar el potencial del sildenafilo para prevenir la demencia vascular en una población más amplia. El profesor Peter Rothwell, director fundador del Centro Wolfson para la prevención de accidentes cerebrovasculares y demencia, afirmó que “los hallazgos del profesor Webb son muy alentadores y resaltan el potencial para prevenir la demencia vascular utilizando medicamentos existentes que apuntan a la reducción subyacente del flujo en los pequeños vasos sanguíneos en el cerebro”.