Las infecciones de orina o infecciones del tracto urinario (ITU) son un problema de salud común que afecta a millones de personas cada año, con una mayor incidencia en mujeres. Esta dolencia pueden afectar cualquier parte del sistema urinario, incluyendo los riñones, uréteres, vejiga y uretra, por lo que en ocasiones puede confundirse con otras infecciones o enfermedades.
Los síntomas de una infección de orina pueden variar dependiendo de la parte del tracto urinario que esté infectada. Sin embargo, siguiendo a la Clínica Mayo, algunos signos comunes incluyen:
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- Micción frecuente. Las personas con una infección de orina a menudo sienten la necesidad de orinar con más frecuencia de lo normal, incluso si no han consumido mucho líquido.
- Ardor al orinar. Uno de los síntomas más característicos es el dolor o ardor al orinar, conocido médicamente como disuria.
- Orina turbia o de fuerte olor. La orina puede aparecer turbia y tener un olor fuerte o desagradable. En algunos casos, puede contener pus.
- Dolor pélvico o en la espalda baja. Especialmente en las mujeres, el dolor puede localizarse en la región pélvica, mientras que en los hombres puede manifestarse en la región rectal.
- Orina con sangre. La presencia de sangre en la orina, conocida como hematuria, puede dar a la orina un color rosado, rojo o marrón.
- Fiebre y escalofríos. Estos síntomas son más comunes en infecciones más graves que han afectado a los riñones.
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La mayoría de las infecciones de orina son causadas por bacterias, con Escherichia coli (E. coli) siendo la responsable en la mayoría de los casos. Estas bacterias normalmente viven en el intestino y a veces pueden introducirse en el tracto urinario a través de la uretra. Una vez allí, pueden multiplicarse y causar una infección.
Otras afecciones con las que se puede confundir las ITU
Las infecciones de orina comparten síntomas con varias otras afecciones, lo que puede llevar a diagnósticos erróneos si no se realizan las pruebas adecuadas. Algunas de estas afecciones podrían ser las siguientes:
- Cistitis no infecciosa. A diferencia de la cistitis infecciosa, esta no está causada por bacterias y puede ser el resultado de irritaciones químicas, radioterapia o ciertas enfermedades autoinmunes.
- Uretritis. Esta inflamación de la uretra puede ser causada por bacterias y virus, incluyendo aquellas transmitidas sexualmente, y comparte muchos síntomas con las infecciones de orina.
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- Vaginitis. La inflamación de la vagina, que puede ser causada por infecciones bacterianas, fúngicas o virales, también puede causar síntomas urinarios.
- Enfermedades de transmisión sexual (ETS). Algunas ETS, como la clamidia y la gonorrea, pueden causar síntomas similares a una infección de orina, incluyendo dolor y ardor al orinar.
- Prostatitis. En los hombres, la inflamación de la próstata puede causar síntomas urinarios similares a los de una infección de orina.
Diagnóstico y tratamiento
Para un diagnóstico preciso, es esencial acudir a un profesional de salud para una evaluación completa. El diagnóstico generalmente se realiza mediante análisis de orina, cultivos de orina y, en algunos casos, estudios de imagen. Por su parte, el tratamiento estándar para las infecciones de orina incluye el uso de antibióticos, que deben ser prescritos por un médico. Además, se recomienda beber abundante agua y evitar bebidas irritantes como el alcohol y la cafeína para ayudar a aliviar los síntomas.
La identificación y el tratamiento oportunos son esenciales para evitar complicaciones graves, como la infección renal (pielonefritis), que puede tener consecuencias severas si no se trata adecuadamente.