Con la llegada del buen tiempo, la horas que pasamos bajo el sol aumentan. Los dermatólogos recomiendan utilizar protector solar para evitar los efectos nocivos de la radiación solar. Sin embargo, además de las quemaduras, existen otras patologías provocadas por la luz del sol.
La doctora Fernández-Nieto del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz detalla en su blog de la página web del grupo sanitario Quirón Salud cuales son las enfermedades que se esconden detrás de la la mal llamada “alergia al sol”. “Este nombre engloba diversas alteraciones de la piel, que tienen como factor común la reacción de la misma ante el sol, aunque confunde porque ninguna de ellas tiene en realidad un mecanismo alérgico. La alergia al sol como tal, no existe. Sin embargo, sí están descritas alteraciones dermatológicas en relación con la exposición a la luz del sol”, indica.
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Erupción polimorfa solar
La doctora explica que la erupción polimorfa solar es la más frecuente de las enfermedades denominadas “alergia al sol”. Las personas más propensas a sufrir esta patología son las mujeres jóvenes y surge en primavera y a comienzo del verano, cuando aumenta la exposición al sol. Las lesiones suelen ser pequeñas y aparecen a las pocas horas de haber estado al sol en las zonas donde ha incidido la luz solar. Pueden o no conllevar picor y no dejan cicatriz.
El tratamiento inmediato para resolver este cuadro son los antihistamínicos, que suelen actual con rapidez, y los corticoides en caso de enrojecimiento intenso e inflamación. Para prevenir la aparición de esta erupción es fundamental el uso de cremas con factor de protección elevado. A veces, incluso a pesar de la prevención pueden presentarse estos brotes, y algunos dermatólogos recomiendan una terapia de “desensibilización mediante fototerapia”, que se basa en ir acostumbrando la piel a la luz sol poco a poco.
Urticaria solar
La urticaria solar provoca varios tipos de lesiones. Las hay más grandes tipo habón y similares a las de una picadura No aparecen necesariamente en las zonas expuestas sino en cualquier lugar del cuerpo. Afecta tanto a hombres como a mujeres, y puede suceder en cualquier momento del verano en relación con la exposición solar. Las lesiones aparecen al inicio de estar expuestos al sol, en minutos. El tratamiento y la forma de prevenir su aparición siguen siendo los antihistamínicos y los filtros de protección solar altos.
Fotodermatosis secundarias por el consumo de medicamentos
Fernández-Nieto indica en su artículo que también puede producirse una fotodermatosis secundarias si se consumen ciertos medicamentos. Son mas frecuentes en personas multimedicadas o de edad avanzada, y producen lesiones similares a quemaduras. De hecho, pueden incluso aparecer ampollas. Los fármacos que pueden provocar esta fotodermatosis son, entre otros, antibióticos, antiinflamatorios, antidepresivos, diuréticos y algunos ansiolíticos. Los filtros solares no protegen frente a este evento y la prevención consiste en evitar la exposición solar mientras dure el tratamiento y al menos hasta 72 horas después de finalizarlo.
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Porfirias cutáneas
Las porfirias cutáneas se producen por niveles altos de porfirinas en sangre, que impiden la producción adecuada de hemoglobina y mioglobina. Los síntomas más habituales son erupciones, ampollas y enrojecimiento cutáneo, y en algunos casos puede cursar con convulsiones y dolor abdominal. El tratamiento requiere una protección solar extrema, de manera que no sirve solo con el uso de protector solar, sino también con medios físicos como sobreros y ropa de manga larga.