No cabe duda de que los vapers y los cigarrillos electrónicos están revolucionando la industria tabacalera, especialmente entre los más jóvenes. De hecho, un estudio publicado por la Oxford University Press en Nicotine and Tobacco Research ha revelado que la publicidad y venta de productos de vapeo es cada vez más común en TikTok, la red social de moda entre los adolescentes.
El problema reside en que muchas personas consideran estos nuevos productos como inocuos para la salud en comparación con el tabaco tradicional. Aunque todavía es necesaria muchas más investigaciones al respecto, los estudios científicos disponibles ya señalan que estos novedosos productos para fumar son tan nocivos para la salud como el cigarro tradicional.
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La American Cancer Society alerta que, respecto a los cigarrillos electrónicos, es necesario destacar dos puntos claves: sus efectos a largo plazo aún no se conocen, y todos los productos del tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, pueden conllevar riesgos para la salud. Por ejemplo, los cigarrillos electrónicos pueden causar irritación pulmonar y tener efectos perjudiciales para el corazón.
Aunque los efectos a largo plazo de los cigarrillos electrónicos aún no están claros, ya se están reportando casos de enfermedades pulmonares graves en algunas personas que fuman con cigarrillos electrónicos o dispositivos de vapeo. Los síntomas reportados hasta el momento son tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, náuseas, vómitos, diarreas, cansancio, fiebre y pérdida de peso.
“Los pulmones no están diseñados para lidiar con el desafío constante de la falta de aire que las personas les están provocando — a veces hasta 200 inhalaciones al día — día tras día, semana tras semana, año tras año”, ha expresado el doctor Thomas Eissenberg, experto en investigación del tabaco en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia (Estados Unidos).
“Están inhalando propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes que se hicieron para comer pero no para inhalar, y nicotina”, aclara. “Y todos esos se calientan en un pequeño reactor, que es un cigarrillo electrónico. Cuando se calientan, esos componentes pueden convertirse en otros químicos potencialmente peligrosos”.
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En España, los últimos estudios vienen de la mano del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), quienes alertan de que estas nuevas costumbres de fumar han incrementado su presencia hasta un 23%. Así, más de la mitad de los escolares de secundaria, un 54,6 %, admite haber probado ya los cigarrillos electrónicos cayendo en esa falsa creencia de que no son nocivos.
El doctor Bartomeu Masutti, jefe de Oncología del Hospital Doctor Balmis de Alicante y secretario científico del GECP, ha explicado que existe “una simetría absoluta entre las curvas de consumo del tabaco en el momento convencional de cigarrillos y la aparición entre 10 y 20 años después de cáncer de pulmón”. El experto asegura que todo apunta a que los jóvenes que han comenzado con los cigarrillos electrónicos tienen un riesgo muy elevado de desarrollar cáncer de pulmón en 15 años.
Además de incrementar las probabilidades del cáncer de pulmón y otros tipos, fumar aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como coágulos sanguíneos, debilitamiento de vasos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares, enfermedad coronaria y problemas de circulación en las piernas, como advierte Medline Plus. También provoca otros problemas de salud como enfermedades de las encías, disminución del sistema inmune, mayor riesgo de diabetes, envejecimiento prematuro de la piel, entre otros.