Por qué las fresas no suelen durar más de dos días en la nevera: el mejor truco para que aguanten más tiempo

Según la tradición, mayo es el mes por excelencia para consumir esta deliciosa fruta que puede utilizarse en multitud de recetas, como helados, yogures o batidos, y que es posible congelar o, incluso, deshidratar

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Mayo es época de fresas
Mayo es época de fresas y fresones. (Shutterstock)

Es época de fresas y fresones. Hace semanas que las fruterías se llenaron de color, en parte, gracias a esta deliciosa fruta roja que es fácil que le entre por los ojos a cualquier persona. Y es que son atractivas y golosas. Pero lo cierto es que, en muchas ocasiones, y como sucede con otro tipo de productos, no da tiempo a comérselas y pueden llegar a ponerse malas. De ahí que haya quienes deciden meterlas en la nevera nada más comprarlas, donde no suelen durar más de un par de días. Sin embargo, ¿es esto correcto? ¿O es mejor conservarlas a temperatura ambiente?

Aunque la tradición indica que mayo es el mes de la fresa, su temporalidad ha llegado a ampliarse. Pese a que es habitual que realicen largos trayectos en camiones refrigerados, una vez recolectadas, su vida es bastante corta. Pero sea como fuere, su increíble sabor hace que sea una de las frutas que gustan a una amplia mayoría de la población. A ello se une la posibilidad de utilizarlas de muchas formas distintas, ya sea en helados, batidos, mermeladas, salsas, yogures o cualquier postre.

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Para disfrutar el mayor tiempo posible de las fresas, lo ideal es comprarlas muy frescas y comérselas a la mayor brevedad posible. Pero, si no es así, y no se desea utilizarlas en ninguna receta, sino que se quieren consumir sin más, hay un truco infalible que es perfecto para que no se pongan malas en apenas dos días. No obstante, conviene tener claro que tampoco podrán durar semanas: tan solo el tiempo suficiente.

Qué hacer para que las fresas duren más de un par de días

Las fresas pueden usarse, por
Las fresas pueden usarse, por ejemplo, hacer deliciosos helados. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Comprar fresas frescas y transportarlas con cuidado es fundamental para prolongar su duración. Al llegar a casa, es importante revisarlas y desechar aquellas que tengan signos de podredumbre.

Especialmente si vienen en cajas o bandejas, es aconsejable sacarlas y revisarlas cuidadosamente. Según indican los expertos, “no suele fallar, si en la caja hay alguna fresa pocha, estará debajo de la etiqueta estratégicamente situada para que no adviertas su presencia en la tienda”. Las fresas con zonas podridas deben desecharse inmediatamente.

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Para alargar su frescura, se recomienda sumergirlas en agua caliente a 65 ºC durante dos segundos y luego meterlas en un bol de agua con hielo. Posteriormente, se secan bien con papel absorbente. Este proceso permite eliminar microorganismos sin cocer la fruta.

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Para almacenar las fresas, se sugiere usar un táper grande con papel absorbente en el fondo y colocarlas sin amontonarlas. Se deben cubrir con más papel absorbente, cerrar el táper y guardarlo en la nevera. Siguiendo estos pasos, las fresas pueden mantenerse frescas hasta cinco o seis días.

Congelar las fresas, una opción ideal para alargar su vida útil

Una opción de aprovechar las
Una opción de aprovechar las fresas es hacer yogur con ellas. (Imagen ilustrativa Infobae)

Las fresas sí pueden congelarse adecuadamente. Las enteras pueden durar hasta ocho meses en el congelador, mientras que las troceadas pueden mantenerse hasta cuatro meses. Así se asegura la prolongación de la vida útil de este fruto rojo.

Para congelarlas correctamente, es fundamental lavarlas y secarlas meticulosamente. Luego, se decide si dejarlas enteras o retirar el tallo y cortarlas. Colocarlas en una bandeja sin amontonarlas ayuda a evitar que se peguen o se apelmacen. Otra alternativa es cubrirlas en pequeñas cantidades con papel de aluminio.

Una vez dispuestas en la bandeja, hay que introducirlas en el congelador durante unas 3-4 horas. Posteriormente, se deben transferir a bolsas con cierre hermético, asegurándose de poner la fecha antes de guardarlas nuevamente en el congelador. Estos pasos permiten mantener la calidad de las fresas, haciéndolas ideales para preparar helados, smoothies, sorbetes y para enfriar bebidas.

¿Se pueden hidratar las fresas?

La deshidratación de alimentos es una de las técnicas más antiguas utilizadas para conservarlos y puede ser una forma eficiente de aprovechar el excedente de fresas antes de que se deterioren. Al deshidratarlas en casa, estas pueden ser incorporadas a diversas recetas, incluyendo ensaladas, boles de yogur, bebidas como cócteles y distintos postres.

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El proceso más sencillo para deshidratar fresas comienza lavándolas y secándolas bien. Luego, se debe eliminar el pedúnculo y se pueden dejar enteras o cortarlas en láminas, dados, o cuartos. Se colocan en una bandeja para horno forrada con papel vegetal, asegurándose de dejar espacio entre ellas para permitir un secado uniforme. El horno debe estar precalentado a 80°C, y se aconseja dejar una abertura en la puerta con la ayuda de un paño de cocina para garantizar la circulación de aire.

El tiempo de deshidratación es de aproximadamente 4 horas. Una vez finalizado este periodo, se retiran las fresas del horno, se dejan enfriar y luego se almacenan en un recipiente de cristal hermético en un lugar seco. El resultado son unas fresas deshidratadas que pueden ser utilizadas como “chips” en una variedad de recetas.

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