Letizia sorprendía a todos este lunes al aparecer en un acto oficial con unas zapatillas deportivas. Las primeras hipótesis apuntaban al neuroma de Morton que sufre en su pie izquierdo desde hace varios años. Sin embargo, más tarde se confirmaba que se había roto la falange proximal del dedo central del pie derecho tras golpearse contra una mesa cuando estaba en su residencia del Palacio de la Zarzuela.
La Reina se verá obligada a utilizar zapato ancho y plano en las próximas semanas, tal y como han revelado fuentes de Casa Real. En un concierto organizado ayer por la Fundación Princesa de Girona en el Teatro Real madrileño comentaba ella misma: “Ha sido mala suerte, pero esto se cura. No sabía lo que tenía hasta que me hice la radiografía”.
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Qué es la fractura de falange proximal
La falange proximal es el hueso que se encuentra en la base de los dedos de las manos y de los pies, que parten de las articulaciones más prominentes (nudillos) y cuya cabeza son los metacarpos en la mano y los metatarsos en los pies. La lesión que sufre Letizia es una fractura ósea de esta falange en el tercer dedo del pie derecho.
La fractura de los dedos de los pies, tal y como apunta el manual MSD, se produce cuando cae un artículo pesado sobre ellos o estos golpean un objeto. En el caso de la Reina, al chocarse contra una mesa del Palacio de la Zarzuela. La recuperación se puede alargar varias semanas según el tipo de rotura.
La Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT) apunta que, al igual que ocurre con los metacarpianos, el 85% de las fracturas de las falanges se tratan de forma ortopédica y no es necesario un tratamiento quirúrgico. Se intentarán evitar a toda costa los tres enemigos de estas lesiones: el edema, las adherencias y las rigideces articulares.
Estos traumatismos provocan con frecuencia dolor, inflamación e hipersensibilidad, siendo también común el hematoma entre la superficie de la uña y la piel bajo ella. El manual MSD señala que salvo que se sospeche una deformidad en la rotación, una afectación articular o que existan daños en la falange proximal del dedo gordo, las radiografías no son necesarias, ya que, el tratamiento es el mismo habiendo fractura o no.
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Tratamiento
El tratamiento para este tipo de contusiones consiste en el uso de vendajes e inmovilizaciones, uniendo el dedo lesionado con el adyacente mediante un esparadrapo.
El médico podría llegar a recetar un zapato posquirúrgico con suela rígida y cubierta blanda que se cierre con tiras de tela. Esta calzado impide que el dedo se mueva y deja más para la hinchazón.
La mayoría de los dedos fracturados, según asegura Medlineplus, sanan por sí solos con el cuidado apropiado del paciente. La curación completa podría durar entre cuatro y seis semanas. No obstante, la mayor parte del dolor y la hinchazón desaparecerán en pocos días, siendo una semana el máximo.