El género de tu doctor puede influir en el pronóstico de su enfermedad, según un estudio

Los autores de la investigación apuntan a que los hombres y las mujeres ejercen la medicina de forma distinta

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Una paciente acude a una
Una paciente acude a una consulta médica (Europa Press)

¿Puede el pronóstico de la enfermedad depender de si su médico es hombre o mujer? Una investigación internacional dirigida por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en Estados Unidos y publicada en la revista Annals of Internal Medicine ha demostrado que los pacientes que son tratados por médicas tienen tasas más bajas de mortalidad y reingresos hospitalarios. Al mismo tiempo, las pacientes femeninas se benefician más que sus homólogos masculinos.

Los resultados del estudio mostraban que la tasa de mortalidad de las pacientes femeninas fue del 8,15 % cuando fueron tratadas por médicas frente al 8,38 % cuando el médico era hombre, una “diferencia clínicamente significativa”, aseguran los investigadores. Si bien la diferencia para los pacientes masculinos fue menor, las médicas todavía tenían la ventaja con una tasa de mortalidad del 10,15% en comparación con la tasa del 10,23% de los médicos masculinos. Otra conclusión sorprendente fue que los investigadores encontraron el mismo patrón en las tasas de reingreso hospitalario.

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El doctor Yusuke Tsugawa, profesor asociado residente de medicina en la división de investigación de medicina interna general y servicios de salud de la Facultad de Medicina David Geffen en UCLA y autor principal del estudio, indica que los resultados no deberían ser tan diferentes entre ellos si se practicara igual la medicina. Y puede que ahí esté la clave: “Lo que nuestros hallazgos indican es que los médicos hombres y mujeres practican la medicina de manera diferente, y estas diferencias tienen un impacto significativo en los resultados de salud de los pacientes”.

Para llegar a estas conclusiones, se examinaron los datos de reclamaciones de Medicare de 2016 a 2019 de aproximadamente 458.100 pacientes mujeres y casi 319.800 hombres. De ellos, 142.500 y 97.500, o aproximadamente el 31% para ambos, fueron tratados por doctoras. Los resultados primarios fueron la mortalidad a los 30 días desde la fecha de ingreso hospitalario y el reingreso a los 30 días desde la fecha del alta.

Una sala de quirófano (Shutterstock)
Una sala de quirófano (Shutterstock)

¿Cuál es la verdadera razón tras estos datos? Es probable que no la respuesta no sea única, sino una combinación de varios factores que impulsen esas diferencias a la hora de ejercer la medicina. Los investigadores apuntan a que es probable que los médicos subestimen la gravedad real de la enfermedad de sus pacientes, específicamente en los síntomas gastrointestinales, cardiovasculares, los niveles de dolor o incluso el riesgo que tienen de sufrir un accidente cerebrovascular. En consecuencia, esto podría retrasar el diagnóstico certero y, por tanto, el tratamiento. Por otra parte, se cree que las doctoras podrían tener mejores habilidades comunicativas con sus pacientes y ser más proclives a escucharles atentamente. Por ello, es probable que los pacientes ofrezcan más detalles que les conduzcan a diagnósticos más acertados y un tratamiento más temprano.

No es una sorpresa que el sesgo de género afecte a la salud de los pacientes de una manera u otra. Un estudio de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) llevado a cabo en más de siete millones de pacientes atendidos durante 21 años por el sistema de salud evidenció que las mujeres eran peor diagnosticadas que los hombres en al menos 700 patologías, excepto en el caso de la osteoporosis.

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Sin embargo, todavía son necesarias más investigaciones al respecto que partan de este reciente estudio. Así, el descubrimiento pone el foco en por qué los médicos y las médicas ejercen su profesión de forma distinta. Para el doctor Tsugawa, “una mejor comprensión de este tema podría conducir al desarrollo de intervenciones que mejoren eficazmente la atención al paciente. Además, es importante señalar que las médicas brindan atención de alta calidad y, por lo tanto, tener más médicas beneficia a los pacientes desde un punto de vista social”.

* Con información de Europa Press

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