Los perros pueden olfatear el trastorno de estrés postraumático en el aliento de los humanos

Nuestras mascotas son capaces de detectar unos compuestos orgánicos propios de los síntomas del estrés

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Un hombre sostiene en brazos a su perro (Shutterstock)
Un hombre sostiene en brazos a su perro (Shutterstock)

Es probable que alguna vez nos hayamos sentido tristes, bajos de ánimo, y nuestro perro se haya acercado a nosotros a darnos compañía como si entendiese qué nos ocurría; no por nada se les conoce a estos animales como el mejor amigo del ser humano. ¿Pueden nuestras mascotas comprender nuestras emociones, detectar nuestro estado de ánimo? Esta relación sin precedentes en la naturaleza, que se remonta ya miles de años atrás, es digna de estudio de la ciencia.

Lo cierto es que una reciente investigación de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Nueva Escocia (Canadá) ha demostrado que los perros son capaces de detectar en nuestro aliento si sufrimos trastorno de estrés postraumático (TEPT). Esto se debe a que el olfato de estos animales es capaz de detectar compuestos relacionados con el estrés en el aliento de personas que experimentan signos tempranos de trauma, incluyendo aquellos con TEPT.

Laura Kiiroja, candidata a doctorado del Departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Nueva Escocia, Canadá, y autora del estudio, ha afirmado que este es el primer estudio en demostrar que algunos perros pueden detectar compuestos orgánicos volátiles asociados con el estrés en el aliento humano, específicamente vinculados a síntomas de TEPT. Los resultados de la investigación han sido publicados recientemente en la revista científica Frontiers of Allergy.

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Los perros, con su sentido del olfato hasta 100.000 veces más sensible que el de los humanos, han sido entrenados para detectar una variedad de condiciones médicas, incluyendo cánceres, virus, parásitos, hipoglucemia y convulsiones en humanos. Algunos estudios previos han sugerido que los perros pueden detectar compuestos orgánicos volátiles relacionados con el estrés, como el isopreno y los monoterpenos, en el aliento humano, y esta nueva investigación amplía esos hallazgos previos.

El estudio incluyó a 26 personas, con una edad media de 31 años y una mayoría de mujeres, que habían experimentado diversos tipos de trauma pero no padecían enfermedades mentales graves. Más del 50% de los participantes cumplía los criterios de TEPT. Los voluntarios fueron reclutados de un estudio sobre los efectos neurocognitivos del trauma y el consumo de cannabis, y se abstuvieron de consumir cannabis al menos 12 horas antes de los experimentos.

Episodio: Sufrimiento y estrés.

Dos perros, Ivy, una golden retriever, y Callie, una mezcla de pastor alemán y pastor belga malinois, fueron entrenados para identificar los olores objetivos de las muestras de aliento. Los investigadores encontraron que los perros tenían una precisión del 90% en el experimento de discriminación y entre el 74% y el 81% de precisión en el experimento de detección.

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Los resultados sugieren que los perros podrían alertar sobre la presencia de síntomas de estrés antes de que se manifiesten físicamente y antes de que la persona sea consciente de la situación. Esto podría permitir una intervención temprana y una mayor efectividad en el manejo del estrés a través de las habilidades aprendidas en psicoterapia. El estudio también apunta que diferentes perros pueden detectar diferentes compuestos orgánicos volátiles relacionados con el estrés, lo que podría proporcionar información sobre los sistemas endocrinos involucrados en la respuesta al estrés.

Aunque el estudio tiene limitaciones, como la pequeña muestra y el hecho de que todos los participantes eran consumidores de cannabis, los hallazgos sugieren un potencial prometedor para la introducción de los perros en la detección y manejo del estrés postraumático. Sin embargo, se necesitarían más investigaciones para comprender completamente cómo se podría implementar este enfoque en la práctica clínica.

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