Alberto Gálvez, abogado de 50 años, no sale de su asombro. “Nos dicen que tenemos la mejor sanidad de España y de Europa. Pero no es de recibo que me hayan citado para una colonoscopia el próximo 5 de junio de 2025, dentro de más de un año. Mi médico de cabecera me mandó la prueba porque soy población de riesgo. Por mi edad y porque mi padre falleció de cáncer de colón. Así que me pidió esta prueba hace ya un par de semanas. Ahora he recibido un mensaje en mi móvil, que me citan para el verano del año que viene. Me invitan a irme a la privada y pagar si quiero acelerar todo esto para estar más tranquilo”, señala a Infobae España, mientras enseña la citación en su teléfono.
Alberto aún no está contabilizado en los registros oficiales de listas de espera que ofrece la Consejería de Sanidad en su página web. Los últimos datos que se ofrecen son los de febrero de este año. Había 200.328 personas esperando una prueba diagnóstica, con una demora media de 59,82 días. De estos 200.238 madrileños que necesitan que les hagan un TAC o una colonoscopia, más de 93.000 llevan más de tres meses a la espera. Esta lista ha crecido un 63% desde julio de 2019, cuando Isabel Díaz Ayuso llegó al Gobierno de la Comunidad de Madrid. Lo que se traduce en 78.000 personas más. En 2019, la demora era de 46 días.
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Carlos Moreno, cardiólogo, diputado socialista en la Asamblea de Madrid y portavoz de la comisión de sanidad, califica de “impresentable” la demora que tendrá que aguantar Alberto Gálvez. “Sobre todo cuando estamos hablando de pruebas para la prevención de posibles casos oncológicos. Sé que en estas pruebas hay más sensibilidad y espero que se la adelanten”. Moreno, no obstante, asegura que los datos son los que son y demuestran que hay un problema. “Hay que reformar el modelo de financiación sanitaria para que nuestros hospitales públicos, que son de los mejores de España, tengan los recursos suficientes para agilizar las listas de espera, no solo las de las pruebas diagnósticas, también la de las intervenciones quirúrgicas y las de las consultas con un especialista”.
Las tres listas de espera (consultas con el especialista, pruebas y operaciones) han registrado un dato histórico en febrero de este año: 116.063 pacientes más que en el mismo período del año anterior. Es decir, en la Comunidad de Madrid hay casi un millón de pacientes esperando una cita: 972.643 personas. Un récord que supera el peor dato obtenido desde que hay registros públicos (2016). De ese casi millón de pacientes, 680.186 están esperando ver a un especialista (con una demora de 62 días), 200.328 están esperando una prueba (59,82 días) y 92.129 están esperando a entrar en quirófano (con una demora media de 46 días). Puede darse el caso de que un mismo paciente esté en varias listas al mismo tiempo, pero lo normal es que no se solapen.
El caso de Alberto sorprende. Analizando su hospital, el Puerta de Hierro de Majadahonda, la demora media es de 26 días para todo tipo de pruebas. Si nos centramos solo en las colonoscopias, en febrero había un total de 1.484 pacientes en la lista de espera, con una demora media de 17,79 días. La Paz es el centro con más personas esperando: 15.692 con una demora de 71 días. Llama la atención que el segundo sea la Fundación Jiménez Díaz, del Grupo Quirón, un centro privado con concierto médico. Tiene 15.414 personas esperando, pero con una demora media de 14 días (ver tabla).
“Es un claro ejemplo de mala gestión”, enfatiza Moreno. Con los mismos pacientes en espera, La Paz tarda más en hacer una prueba que la Jiménez Díaz: 71 días frente a 14. “Porque en lugar de dotar con más medios a un centro público como La Paz, se elige derivar pacientes a un centro privado como la Jiménez Díaz, que luego solo tiene que facturar la realización de estas pruebas a la sanidad pública. Por eso hay que reformar el modelo”, explican desde el PSOE. Marta Carmona, psiquiatra, diputada de Más Madrid y portavoz de Sanidad en la Asamblea, coincide en los argumentos. “Es un problema de planificación y presupuestos”.
“Los hospitales de gestión directa, 100% públicos, compiten con una mano atada a la espalda. Porque no pueden planificar libremente sus agendas cuando una lista de espera en concreto se complica. Dependen de un presupuesto para pagar peonadas y horas extras que a veces no tienen. Eso no pasa en los hospitales con concesión, porque pueden organizar como quieran sus agendas, sobre todo en pruebas diagnósticas y operaciones, y luego solo tienen que facturar a la Comunidad de Madrid”. Carmona señala además que en Madrid hay menos profesionales sanitarios que los que debería haber en función del volumen de población, lo que irremediablemente incrementa las listas de espera.
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Las promesas del PP
El Gobierno de Ayuso no ha cumplido con sus objetivos de reducir las listas. La presidenta madrileña prometió en sus programas electorales de 2019 y 2021 que reduciría un 50% las listas de espera, una medida que iba a afectar a la quirúrgica, la de pruebas y las consultas. En la última campaña de este 2023, su compromiso era más genérico: “Vamos a reducir el tiempo de espera para las consultas del médico de familia, de enfermeros, de especialistas y para las operaciones. Las operaciones por cáncer no tardarán más de 30 días y las operaciones más habituales no tardarán más de tres meses”. El plan integral 2022-24 que la Consejería de Sanidad presentó en septiembre de 2022 tenía un presupuesto de 215 millones y fijaba como objetivo una espera media de 45 días, pero ese objetivo solo se ha cumplido por poco en una de las tres listas, la quirúrgica.