La alegría, la tristeza, el miedo, la angustia... son emociones universales que todos experimentamos a lo largo de nuestra vida. Queramos o no, las circunstancias de la vida nos exponen a este tipo de sentimientos; la forma en la que nos enfrentamos a ellas, dependerá de nosotros. ¿O estamos predispuestos biológicamente, en función de nuestro sexo, a actuar de una forma determinada?
Un reciente estudio publicado en la revista Plos One por las científicas Eleonora Fiorenzato, Patrizia Bisiacchi y Giorgia Cona de la Universidad de Padua (Italia) ha explorado cómo el miedo y la alegría, junto con el género, influyen en las decisiones, especialmente cuando se trata de elegir entre recompensas inmediatas y futuras. La investigación reveló que el miedo puede influir de manera significativa en las decisiones de las mujeres, pero no tanto en las de los hombres.
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La toma de decisiones es un proceso complejo que aún no se comprende completamente, especialmente cuando se trata de sopesar los beneficios a corto y largo plazo. Los científicos hablan del fenómeno del “descuento por demora”, que describe la tendencia a preferir una recompensa inmediata aunque sea menor que una futura, incluso si esta última es considerablemente mayor.
El estudio reclutó a 308 participantes a través de encuestas en redes sociales, con una distribución del 63% de mujeres y 37% de hombres. Se les mostró a los participantes clips de películas diseñados para inducir diferentes estados emocionales: miedo, alegría y neutralidad. Luego se les presentaron escenarios hipotéticos de recompensa, como elegir entre recibir una cantidad de dinero hoy o una cantidad mayor en el futuro.
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Los resultados mostraron que las mujeres expuestas al estado emocional de miedo eran más propensas que los hombres en la misma condición, así como que las mujeres en los grupos de alegría o neutralidad, a optar por recompensas inmediatas, incluso cuando eran de menor valor que las futuras. Sin embargo, el estado emocional no pareció influir significativamente en las decisiones de los hombres en cuanto a recompensas monetarias.
Estos hallazgos sugieren que el miedo puede desempeñar un papel importante en las decisiones financieras de las mujeres, llevándolas a preferir recompensas inmediatas, posiblemente debido a estrategias evolutivas relacionadas con la seguridad frente al riesgo o diferentes enfoques de regulación emocional. Los autores de la investigación destacan la necesidad de investigaciones adicionales para comprender mejor cómo las emociones y el género interactúan en la toma de decisiones.
Aunque el estudio tiene limitaciones, como el tamaño de la muestra y la variedad de emociones estudiadas, sus resultados apuntan a la importancia de considerar el género como un factor influyente en la relación entre las emociones y la toma de decisiones. Así, se ha abierto una vía para continuar investigando en torno a la conclusión de que las mujeres pueden ser más propensas a elegir recompensas inmediatas cuando experimentan miedo, lo que destaca la complejidad de los procesos de toma de decisiones en diferentes contextos emocionales.