Fumar engorda tu barriga: un estudio desvela que el tabaco aumenta la grasa abdominal y el riesgo de sufrir enfermedades graves

La investigación señala que los fumadores son más propensos a que aumente su grasa abdominal visceral, la más peligrosa para la salud

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Un hombre fumando un cigarro
Un hombre fumando un cigarro (ShutterStock)

Un nuevo estudio publicado en el journal Addiction ha hallado que tanto empezar a fumar como fumar toda la vida “puede aumentar la grasa abdominal”, especialmente la “grasa visceral”, es decir, la grasa que se acumula en la parte profunda del abdomen y que está relacionada con el aumento del riesgo de sufrir una enfermedad de corazón, diabetes, ictus y demencia.

El análisis llevado a cabo por los investigadores del NNF Center for Basic Metabolic Research de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) indica que los fumadores suelen tener un peso corporal menor que el de los no fumadores, pero también tienen más grasa abdominal y visceral.

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“La grasa visceral es difícil de ver. Puedes tener un vientre plano y todavía tener cantidades no saludables de este tipo de grasa, incrementándose el riesgo de sufrir una enfermedad grave”, señala el estudio compartido en Eurek Alert. Y en este sentido, la investigación muestra evidencias que apoya la tesis que fumar puede provocar el aumento de grasa.

La importancia de reducir el consumo de tabaco

Los investigadores utilizaron un análisis estadístico llamado Mendelian randomization (MR, aleatorización mendeliana en español) para determinar los efectos del tabaco en la grasa abdominal. Esta técnica combina los resultados de diferentes estudios genéticos para encontrar relaciones causales entre la exposición (fumar en este caso) y el resultado (aumento de la grasa abdominal). En este nuevo estudio se utilizaron también datos de antiguas investigaciones europeas con múltiples resultados genéticos relacionados con fumadores y la distribución de la grasa.

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En primer lugar, los investigadores analizaron estudios genéticos previos para identificar los genes relacionados con hábitos para fumadores y la distribución de la grasa abdominal. Seguidamente, utilizaron esta información genética para determinar si las personas con genes asociadas al tabaco tenían diferente distribución de la gasa corporal. Finalmente, tuvieron en cuenta otros factores influyentes como el consumo de alcohol y el trasfondo socioeconómico con el fin de que la conexión entre tabaco y grasa estuviese bien fundamentada.

“Este estudio halló que empezar a fumar o llevar fumando mucho tiempo puede incrementar la grasa abdominal, según las mediciones que se hicieron entre la proporción entre cintura y cadera”, explica el doctor Germán D. Carrasquilla, líder de la investigación. Asimismo, se logró determinar que la grasa abdominal visceral era la predominante en los fumadores estudiando cómo las variantes de ADN vinculadas con los hábitos de fumar y la grasa del vientre se relacionaron con los compartimentos de grasa de diferentes partes del cuerpo. El hallazgo clave es que estos factores genéticos están mucho más vinculados con el incremento de la grasa visceral que con el de la grasa subcutánea.

Episodio: Prevención del cáncer.

“Desde el punto de vista de la salud pública, los resultados refuerzan la importancia de llevar a cabo medidas a gran escala para prevenir y reducir el número de fumadores en la población general, ya que eso ayudaría también a reducir la grasa abdominal visceral y las enfermedades crónicas relacionadas con ella. Reducir un riesgo grave para la salud de la población llevará, indirectamente, a reducir otro riesgo grave”, indica.

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