El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición crónica que afecta la atención, el control de impulsos y la hiperactividad. Las personas con TDAH muestran un patrón persistente de falta de atención o hiperactividad/impulsividad que interfiere con su funcionamiento o desarrollo.
El diagnóstico del TDAH implica un proceso de varios pasos, ya que no hay un único examen para diagnosticarlo. Los profesionales de la salud mental utilizan pautas como el DSM-5 para diagnosticar el TDAH, considerando la presencia de síntomas en diferentes contextos como el hogar, la escuela o el trabajo. Además, se deben descartar otras afecciones que puedan presentar síntomas similares, como la ansiedad o la depresión.
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Aunque el TDAH puede manifestarse desde la infancia hasta la adultez, su tratamiento no cura la condición pero puede ayudar significativamente a controlar los síntomas, que suele consistir en una combinación de medicamentos y terapias conductuales. Precisamente uno de esos fármacos se ha demostrado capaz de alargar la esperanza de vida a aquellas personas que lo toman.
Esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio liderado por el Instituto Karolinska de Estocolmo y publicado en la revista científica JAMA. “La medicación para el TDAH puede reducir el riesgo de mortalidad por causas no naturales al aliviar los síntomas centrales del TDAH y sus comorbilidades psiquiátricas, lo que lleva a un mejor control de los impulsos y la toma de decisiones y, en última instancia, reduce la aparición de eventos fatales, en particular entre aquellos debidos a intoxicaciones accidentales. “, sugieren los investigadores del estudio.
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Otros estudios realizados anteriormente, como el que elaboró la Sociedad de Biología Psiquiátrica y publicó en la revista Biological Psychiatry, demostraron que los tratamientos farmacéuticos para los síntomas del TDAH eran capaces de reducir las lesiones, las colisiones de tráfico e incluso las posibilidades de cometer un delito. Esto no significa que estos mismos medicamentos estén exentos de riesgos en sí mismos, pues una investigación de los mismos autores sugirió que “el uso prolongado de medicamentos para el TDAH se asoció con un mayor riesgo de enfermedades cerebrovasculares, especialmente hipertensión y enfermedad arterial”.
El TDAH en España
Según la Asociación Española de Pediatría, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) afecta a una parte significativa de los niños. Se estima que el TDAH afecta a uno de cada 20 niños o adolescentes en edad escolar en Europa, lo que refleja una prevalencia importante en la región. Además, se destaca que el TDAH es un trastorno neurobiológico que afecta al 2-12% de la población pediátrica a nivel mundial.
En el contexto específico de España, se ha implementado un Protocolo de Atención a Personas con TDAH en los centros de salud de la Comunidad de Madrid para mejorar el diagnóstico, tratamiento y apoyo a los pacientes con esta condición. Este protocolo busca agilizar la detección precoz del TDAH, reducir la cronicidad de los síntomas y mejorar la atención brindada a las personas afectadas.