La Clínica Mayo se refiere como “enfermedad silenciosa” al hígado graso porque no suele presentar síntomas. Se trata de una afección que ya sufren 8 de cada 10 jóvenes con obesidad en España, según datos de la Sociedad Española para el Estudio del Hígado (AEEH). Entre las patologías hepáticas, a los especialistas les preocupa particularmente la progresión del hígado graso, que afecta a más de 10 millones de personas, de los que cerca de dos millones presentarían inflamación del hígado (esteatohepatitis) y, de ellos, 400.0000 padecen ya una cirrosis hepática, con el agravante de que aún no han sido diagnosticados.
El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una condición médica caracterizada por la acumulación anormal de grasa en las células del hígado. Esta acumulación de grasa puede interferir con las funciones normales del hígado y, si no se trata adecuadamente, puede llevar a complicaciones graves. Aunque es una condición común y puede afectar a personas de todas las edades, es más frecuente en aquellas que tienen sobrepeso u obesidad, diabetes tipo 2, niveles altos de colesterol o triglicéridos, o consumen alcohol en exceso.
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Existen dos tipos principales de hígado graso: el hígado graso no alcohólico (HGNA) y el hígado graso alcohólico. El HGNA es la forma más común y está asociado con factores como la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. Por otro lado, el hígado graso alcohólico se desarrolla en personas que consumen cantidades excesivas de alcohol de forma crónica.
Los síntomas del hígado graso pueden variar desde ser leves e inespecíficos hasta más graves y evidentes. Algunas personas pueden no experimentar ningún síntoma en absoluto, mientras que otras pueden presentar fatiga, malestar abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso inexplicada, debilidad y dolor en la parte superior derecha del abdomen. En casos más avanzados, el hígado graso puede progresar a una enfermedad hepática más grave como la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), cirrosis hepática e incluso cáncer de hígado.
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El tratamiento del hígado graso se centra en abordar las causas subyacentes de la condición. En el caso del HGNA, esto puede implicar cambios en el estilo de vida como perder peso gradualmente a través de una dieta saludable y ejercicio regular, controlar los niveles de glucosa en sangre si se tiene diabetes y evitar el consumo excesivo de alcohol. En casos más graves, puede ser necesario recurrir a medicamentos para controlar los niveles de colesterol o triglicéridos.
Las cifras de la obesidad en España
La obesidad en España ha alcanzado cifras alarmantes en los últimos años, convirtiéndose en una preocupación significativa para la salud pública. Según la Encuesta Europea de Salud, aproximadamente el 23% de la población adulta española sufre de obesidad, mientras que un 53% enfrenta problemas de sobrepeso. Este incremento se atribuye a varios factores, incluyendo cambios en los patrones de alimentación, con un consumo elevado de alimentos procesados y bebidas azucaradas, y una disminución en la actividad física.
La situación también afecta a la población infantil, donde se ha observado un aumento en las tasas de obesidad. Las autoridades sanitarias han expresado su preocupación por las consecuencias a largo plazo que esto puede acarrear, incluyendo un aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.