Los primeros síntomas del cáncer de páncreas: así pasan desapercibidos en el tipo de cáncer más silencioso

Sus primeros signos suelen ser sutiles, lo que dificulta la detección temprana del cáncer

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Modelo de páncreas (Shutterstock)
Modelo de páncreas (Shutterstock)

El cáncer de páncreas es una de las formas más letales de cáncer debido a su difícil detección en etapas tempranas. Este tipo de cáncer se origina cuando las células en el páncreas, un órgano vital situado detrás del estómago, comienzan a crecer de manera descontrolada. Estas células pueden formar tumores malignos que interfieren en las funciones normales del órgano, afectando la digestión y la regulación de la glucosa en el cuerpo.

Uno de los mayores desafíos del cáncer de páncreas radica en su diagnóstico, ya que en sus primeras etapas raramente presenta síntomas específicos. De hecho, los signos suelen ser sutiles y vagos, lo que lleva a diagnósticos en fases avanzadas cuando las opciones de tratamiento son más limitadas y menos efectivas. Sin embargo, reconocer los síntomas puede contribuir a una detección más temprana y, potencialmente, a un mejor pronóstico.

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Los síntomas del cáncer de páncreas

El síntoma más común asociado al cáncer de páncreas es el dolor abdominal, que suele describirse como una molestia que se inicia en el abdomen y que puede irradiar hacia la espalda. A menudo se intensifica al acostarse y puede aliviarse ligeramente al inclinarse hacia adelante.

Un mujer con dolor abdominal (Shutterstock)
Un mujer con dolor abdominal (Shutterstock)

La ictericia es otro indicador significativo. Se caracteriza por una coloración amarillenta de la piel y los ojos debido a la acumulación de bilirrubina, una sustancia producida por el hígado y que se encuentra en la bilis. Cuando un tumor bloquea el conducto biliar, impide el flujo normal de bilirrubina hacia el intestino y provoca que se acumule el cuerpo.

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La pérdida de peso inexplicable, acompañada de una disminución del apetito, es otro síntoma frecuente en pacientes con cáncer de páncreas. A menudo, las personas afectadas experimentan una pérdida significativa de peso sin realizar cambios en su dieta o rutina de ejercicio.

La fatiga también se presenta comúnmente en aquellos diagnosticados con esta enfermedad. Se trata de un cansancio extremo que no se alivia con el descanso y que puede afectar seriamente la calidad de vida de la persona. Otros síntomas pueden incluir náuseas, vómitos, cambios en las heces, como un cambio en el color o consistencia, especialmente heces de color claro o grasosas. La diabetes recién diagnosticada en adultos sin factores de riesgo claros también puede ser un signo de alarma.

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Es crucial destacar que estos síntomas no son exclusivos del cáncer de páncreas y pueden ser indicativos de otras afecciones menos graves. No obstante, ante la presencia de uno o más de estos signos, especialmente si son persistentes, es imperativo consultar a un profesional de la salud para una evaluación exhaustiva.

El tratamiento del cáncer de páncreas depende de la etapa en la que se encuentre la enfermedad. Las opciones incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapias dirigidas. La cirugía suele ser la única opción curativa, pero sólo es viable en una minoría de pacientes en los que el tumor es detectado en una etapa temprana y no se ha diseminado.

La incidencia del cáncer de páncreas en España

Según los datos que aporta el informe Las cifras del cáncer en España de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se estima que se diagnosticarán 9.986 nuevos casos de cáncer de páncreas en 2024, 5.209 hombres y 4.777 mujeres.

A pesar de que su incidencia se aleja de los más comunes (es el octavo), es uno de los que mayores fallecimientos provoca, junto con el de pulmón, colon, mama y próstata. Su mortalidad se ha incrementado, tanto en hombres como en mujeres, por el aumento de la incidencia.

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